El acelerador avanza sin el plan estratégico para transformar Granada encargado en 2023

Con tres edificios construidos, más de 32 millones de euros en obras ejecutadas y el respaldo financiero de tres países –España, Croacia y Japón– perfectamente atado, el proyecto avanza con paso firme. De hecho, esta primavera ha dado un salto trascendental con la licitación de contratos por 174 millones de euros para construir los catorce edificios del complejo, financiados al 50% por el Gobierno y la Junta.

La parte científica rueda con una hoja de ruta perfectamente definida por el Consorcio Ifmif-Dones España y, sin embargo, a las administraciones les ha pillado el toro con los deberes paralelos que tenían que haber hecho, más allá de pagar. Granada no cuenta, a día de hoy, con un plan estratégico para dirigir la gran transformación en el territorio que supondrá la puesta en marcha de una infraestructura científica de este nivel y que permita, a la vez, maximizar sus beneficios.

No existe ese manual de instrucciones, ni la recomendable estrategia perfectamente definida y consensuada por los gobiernos en un documento para que se pueda aprovechar al máximo los beneficios de una infraestructura científica que generará un impacto económico de 1.945 millones y 12.000 empleos en la provincia.

A día de hoy no se trabaja con ningún plan estratégico, a pesar de que –y esto es lo más desconcertante– a falta de uno, ya se han anunciado incluso dos. La Junta encargó en marzo de 2023 un plan estratégico que no ha llegado a ver la luz mientras que el Gobierno central ha contraprogramado en marzo de este año anunciando que trabaja en otro, sin aclarar si es distinto o va a abordar las mismas cuestiones que el que nunca ha llegado a dar a conocer la Junta.

La primera fase de construcción del acelerador durará nueve años y, una vez concluida, comenzará la fase de operaciones, que se prolongará durante 20 más, desde 2030 a 2050. Un proyecto que tiene capacidad de dar un giro de 180 grados al territorio durante las próximas décadas demanda, por tanto, ese plan estratégico que defina cuestiones básicas como las obras para que se pueda llegar fácilmente a Escúzar, los servicios necesarios para dar respuesta al crecimiento de profesionales y empresas que irá experimentando la zona o que siente las bases para que se puedan implantar industrias con más facilidad.

También el diseño de un plan de incentivos que faciliten la atracción del talento en torno al acelerador en los próximos años. La falta de una estrategia coordinada por parte de las administraciones hace plantearse hasta qué punto hay conciencia de la que se viene encima –en el mejor de los sentidos– en Granada y hasta qué punto está preparada la provincia para sacar el máximo partido a estos cambios o tocará improvisar.

Sin ir más lejos, a finales de este año en los edificios del acelerador estarán trabajando un centenar de investigadores que necesitarán mucho más que el comprometido autobús para llegar a la Citai, pero es que cuando comience la vida operativa de la infraestructura serán cuatrocientos. Y suma y sigue con las empresas y los servicios.

El propio Gobierno andaluz vio claro que había que plasmar negro sobre blanco esta hoja de ruta para maximizar el impacto del Ifmif-Dones en Granada cuando, hace dos años, encargó la elaboración del plan estratégico del que no se ha vuelto a saber más. IDEAL ha preguntado en los últimos días por ese documento a la Junta de Andalucía, que se ha limitado a confirmar que está elaborado, sin dar más detalles sobre su contenido o explicar qué impide que se esté ejecutando.

El plan estratégico se anunció el 1 de marzo de 2023 y, según contaba entonces la Junta en un comunicado, tenía que definir «las líneas de acción necesarias para acelerar este desarrollo y maximizar el impacto positivo que supondrá la implantación de esta infraestructura». Iba a ser un «plan vivo» que se revisara cada dos años. Además, para la redacción del documento, se creaba un equipo de trabajo en el que se integraban representantes de las instituciones locales, de las empresas, del propio Consorcio Ifmif-Dones y del tejido empresarial vinculado a infraestructuras científicas, a través de Ineustar.

El PTS recibió el encargo del Gobierno andaluz de liderar la redacción del plan, con la colaboración clave de los técnicos de la Cámara de Comercio de Granada. IDEAL también ha llamado a esta puerta para preguntar qué pasó con el plan estratégico en torno al acelerador y aquí sí hay respuestas.

Ellos lo elaboraron y de hecho creen que hicieron un gran trabajo en el que se implicó a «absolutamente todo el que tenía algo de decir sobre el proyecto a nivel nacional». Desde Cámara Granada explican que la Junta también contó con el apoyo de una consultora externa para redactar el documento que, después de más de seis meses de trabajo y distintas correcciones, quedó finalizado y en manos de su dueña, para que le diera el visto bueno definitivo.

Desde Cámara Granada entienden que urge ejecutar este plan estratégico y que «justamente es el momento de hacerlo», en tanto que se están licitando proyectos y que tanto empresas de Granada como de fuera están viniendo al calor del proyecto.

No obstante, también especifican, que hay puntos clave que se recogían en este plan director que ya se han puesto en marcha. El principal, por la parte que les toca, es la creación de la Industry Office, la oficina que trabaja para capacitar y formar a las empresas granadinas para aprovechar la ventana de oportunidad que les abre la industria de la ciencia, además de fomentar que empresas nacionales e internacionales también se acerquen al ecosistema que se está generando en Granada, en torno al Ifmif-Dones.

Recientemente, han celebrado el Foro i+Dones, otra iniciativa que también estaba incluida en el plan redactado. «Tuvimos muchas empresas de fuera conociendo el proyecto. Sin duda, tener aprobado un plan de incentivos fiscales hubiera 'sumado' mucho a la atracción de esas empresas», señalan. Un ejemplo básico de por qué, si se estuviera trabajando ya con este plan estratégico como base, se podría ya estar llegando mucho más lejos.