Vía libre para las obras del espigón de Playa Granada

Se trata de último trámite administrativo que debía superar el proyecto antes de la licitación de las obras, una vez que, se publicó en el BOE el informe de impacto ambiental en abril. Playa Granada, Poniente y El Cable en el término municipal de Motril, quedarán estabilizadas con esta escollera, que se construirá junto al Puentecillo, pasado el chiringuito Hoyo 19.

El espigón dejará una playa de media luna hasta el término municipal de Salobreña. Además del espigón, el ministerio regenerará Playa Granada con nuevas aportaciones de arena. De acuerdo con la publicación del BOE, la defensa tendrá una longitud de 247 metros. El primer tramo será de unos 179 metros y se adentra en el mar siguiendo una alineación recta. Para la regeneración, se emplearán dos retroexcavadoras y un camión volquete. El volumen de arena necesario para arreglar la playa son 711.362 metros cúbicos de arena provenientes de Playa de Poniente y la rambla de Molvízar. El resultado será una nueva playa con un arenal de 200 metros de ancho.

La subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro, recordó que se trata de un paso más en la consecución de la Estrategia para la Protección de la Costa de Granada, un plan que recoge una serie de soluciones para mitigar la erosión del litoral granadino. En el caso del espigón de Playa Granada, el objeto del proyecto es solucionar la problemática existente en el tramo comprendido entre la desembocadura del río Guadalfeo y el puerto de Motril por la sucesiva regresión de la línea de costa en su parte más occidental, debida principalmente a una disminución del aporte sedimentario por parte del río Guadalfeo derivada de la construcción de la presa de Rules.

El plazo de ejecución total de las obras será de ocho meses y el presupuesto de partida de 7,5 millones de euros. De acuerdo con el Plan de Obra, primero se ejecutará el espigón y seguidamente la regeneración de Playa Granada. La necesidad de defender las playas del azote de los temporales para proteger el principal recurso del destino turístico es una de las eternas luchas de Motril. Hubo dos hechos clave para que el municipio comenzara a reivindicar los espigones. El segundo de ellos fue la apertura en 2005 del hotel de Playa Granada, que junto a la expansión urbanística de la zona hizo necesaria proteger esta playa, en el límite con Salobreña, que antes no se utilizaba porque desaparecía.

Actualmente, junto al de Playa Granada, hay cinco proyectos en marcha. La defensa de Salobreña y el plan de creación de playa en Castillo de Baños (Polopos-La Mamola), donde las olas rompen directamente en el paseo marítimo y no hay arena, se encuentran en fase de tramitación ambiental. Mientras que los otros tres proyectos restantes, los dos de Albuñol (espigón de La Rábita y el espigón del Pozuelo), así como el de mejora de las playas de Castell de Ferro, están «en diferentes fases de supervisión técnica», en el primer escalón antes de que salgan a información pública y se dé paso a la calificación ambiental. El camino para el resto de municipios es todavía largo.