3.600 empresas de Granada reciben ayudas para aliviar el sobrecoste de la luz

Ahora las aguas se han calmado, pero hace un año la sensación general de las pequeñas empresas –y así lo expresaron las organizaciones empresariales– es que estaban solas para afrontar el tsunami que supuso la subida de la factura de la luz. Las ayudas de apoyo a la industria electrointensiva que el Gobierno central incluyó en los paquetes extraordinarios para afrontar las consecuencias de la Guerra en Ucrania apenas tuvieron una decena de beneficiarios de la provincia el pasado año.

Las esperanzas, por tanto, de la gran mayoría de las afectadas estaban puestas en otra línea de ayudas, financiada con fondos europeos, con la que la Junta salió a posteriori al rescate de las empresas y que ha resultado más efectiva y democrática, a juzgar por el número de beneficiarios.

Según los datos de la delegación de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, en Granada son un total de 3.627 empresas las que han recibido ayudas para compensar el sobrecoste en las facturas energéticas que sufrieron sus negocios en el marco de la crisis internacional de materias primas y suministros durante el año 2022.

El plazo para solicitar esta línea de ayudas se cerró el pasado mes de septiembre y se han ingresado en los últimos días de 2023 en las cuentas de las empresas. En total, en Granada ha sido una lluvia de 22,9 millones de euros que llega como agua de mayo para aliviar las cuentas de las empresas más afectadas. Los beneficiarios han sido pymes y autónomos de toda la provincia con la condición de «especialmente afectadas por la subida». El requisito era que el importe de la facturación anual en electricidad con respecto a su cifra de negocios, para el ejercicio 2022, fuese igual o superior a un porcentaje que se fijó en función de los diferentes sectores de actividad.

En cuanto a los importes, las ayudas oscilan entre los 300 euros y hasta los dos millones de euros para las empresas más afectadas, aunque en el caso de la provincia ninguna de las beneficiarias alcanza cifras millonarias.

Una industria de plásticos, altamente demandante, encabeza el listado de mayores beneficiaras con una ayuda de 198.000 euros, pero en la larga lista de más de 3.600 empresas las hay de todos los tamaños, sectores y comarcas. Una panadería de Alfacar con 116.000 euros, un hotel de Almuñécar que recibe más de 87.000 euros, una empresa de transportes de Loja con 17.000 euros y empresas de restauración de la capital con ingresos similares figuran en la lista de beneficiarios.

Las subvenciones, que se publicaron el pasado verano, se condecían en concurrencia no competitiva. Esto es, a las primeras empresas que las solicitaran en toda Andalucía por lo que desde la delegación territorial de Empleo de Granada se emplearon a fondo para dar a conocer la línea de ayudas a las pymes y autónomos granadinos y que llegara el máximo importe posible a la provincia.

El propio delegado territorial José Javier Martín se embarcó en una campaña informativa, pueblo a pueblo y empresa a empresa, con el apoyo de las organizaciones empresariales, que asegura que ha merecido la pena por los resultados. «Estamos muy satisfechos con la resolución de las ayudas que han beneficiado a más de 3.600 empresas pequeñitas pero también a pymes e industrias de mayor tamaño. Se han beneficiado todos los sectores y todos los territorios y se han adjudicado 23 millones de euros abonados en una única transferencia del 100% en sus cuentas antes de que finalizara el año», ha resumido el delegado.

Martín destacó además que las beneficiarias han «agradecido mucho la simplicidad en los trámites y la rapidez en su resolución. «De eso se trata, de que las ayudas llegaran al tejido productivo de manera rápida y eficaz», ha señalado satisfecho.

La Junta estableció un acuerdo de colaboración con las comercializadoras energéticas por las que éstas suministraron los ficheros de datos de facturación de sus clientes, cumpliendo las normativas pertinentes de protección de datos. Esto ha permitido la automatización de las ayudas a los beneficiarios que no tuvieron que adjuntar documentación para el cálculo ni justificaciones posteriores, ya que la subvención se concede para financiar costes efectivos ya soportados y, por tanto, se comprobó de oficio que esos importes han sido ya afrontados.