Más de 23.300 personas viven en zonas con riesgo de incendio forestal en Granada capital
El plan municipal recoge diez zonas que son especialmente sensibles y en las que hay establecidas vías de evacuación
Más de 23.300 personas viven en zonas en riesgo de incendio forestal en el término municipal de Granada. Son ciudadanos que residen en los ... diez puntos que se marcan en el Plan de Actuación del Ayuntamiento como zonas urbanas limítrofes, a través del que se establecen medidas preventivas y de actuación en estos espacios. Todos están en la parte oriental de la capital. ¿Por qué? Porque es un espacio con fuertes desniveles y en el que se aglutina la práctica totalidad de la masa forestal del municipio. Eso no significa, precisan en este informe, que la parte occidental esté exenta de riesgo, pero en este espacio el material es menos combustible y por tanto es mucho más difícil que arda y que el fuego se extienda.
El plan, que se actualiza este mes, coincidiendo con el momento en el que empieza el mayor riesgo de fuego por la subida de temperaturas, incluye las zonas de peligro forestal, en las que están cauces o parques rurales o las partes limítrofes, que son los espacios habitados que circundan los terrenos forestales. El Fargue; la carretera de Víznar y el río Beiro; el Campus de Cartuja; la carretera de Murcia y camino viejo del Fargue; los cármenes de San Miguel y la ladera de San Miguel; Sacromonte; Alhambra y cementerio; carretera de la Sierra; Genil y Serrallo; y Lancha del Genil comprenden las diez zonas urbanas limítrofes en las que los efectivos municipales tienen detallado el número de personas residentes, las viviendas que hay o las carreteras por las que se evacuaría a los habitantes en el caso de que se produzca un fuego.
Además de las personas y edificios, en esta planificación también se tienen en cuenta otras cuestiones como si hay patrimonio histórico artístico que pueden estar amenazados en el caso de que se produzca un suceso de este tipo y cuya protección es importante. Así como los valores paisajísticos y de protección contra la erosión del suelo.
De todas las zonas contempladas, la de carretera de Víznar y río Beiro son las que concentran mayor población, en concreto 7.924 habitantes. En el extremo opuesto está la zona afectada en el Sacromonte, donde sólo se contabilizan 145.
En el Campus de Cartuja no hay dato de habitantes, aunque sí se tiene en cuenta en el plan la población universitaria
En el Campus de Cartuja, el plan no contempla una cifra de habitantes. Esta casilla aparece a 0. Aunque sí se refiere dentro del análisis demográfico a la población universitaria. Tampoco hay viviendas. Pero sí numerosos edificios, en los que se incluyen varias facultades o el seminario, entre otros. La zona cuenta con un plan de autoprotección elaborado por la Universidad de Granada.
El jefe del Servicio de Protección Civil, Sergio Iglesias, que coordina este plan, explica, no obstante, que lo más importante para luchar contra estos fuegos es la prevención, tanto por parte de particulares, como de las administraciones. Mantener cauces limpios, desbrozar, eliminar hierbas que pueda haber alrededor de un cortijo o una vivienda puede evitar un desenlace fatal.
El plan precisa cuáles son las acciones prohibidas según la época. Durante todo el año no está permitido hacer barbacoas fuera de los lugares expresamente acondicionados, arrojar cerillas o cigarrillos, tirar sobre el terreno residuos combustibles como plásticos o vidrio, acampar fuera de espacios autorizados, lanzar artefactos como cohetes sin autorización expresa, quemar matorral sin permiso o utilizar calderas de destilación, hornos de carbón o piconeo en zonas forestales. A esto se suma, en épocas de peligro medio y alto, circular con vehículos por caminos forestales, a no ser que sea para vigilancia medioambiental o servicios de emergencia. El periodo de riesgo bajo es entre el 1 de enero y el 30 de abril y entre el 1 de noviembre y el 31 de diciembre. Y el de máximo peligro desde el 1 de junio hasta el 15 de octubre.
Tipos de vegetación y clima
Unas de las cuestiones que tienen que hay que tener en cuenta a la hora de analizar el riesgo es el tipo de vegetación, su densidad y su capacidad de combustión. Sergio Iglesias indica que los denominados pastizales son los que arden con más facilidad, pero hay que tener en cuenta la humedad. Señala que los responsables de Protección Civil sólo con ver el estado de esta vegetación sabe si puede arder con más o menos facilidad. Cuando más seco esté, más sencillo será que el fuego se extienda y por tanto habrá más peligro.
Durante las épocas de riesgo medio y alto no se permite circular por caminos forestales si no está justificado
Otro de los puntos clave es el que tiene que ver con el clima. En el plan se hace un análisis sobre los rasgos climáticos de la ciudad. La temperatura media anual es de 14,8 grados. El verano y el invierno son largos, mientras que el otoño y la primavera muy cortos. La lluvia es escasa de media y casi inexistente en verano y todo esto tiene mucho que ver con los riesgos de que se produzca un incendio en determinadas zonas.
Clasificación del fuego
Sobre los tipos de incendio, el plan establece cuatro niveles, del 0 al 3, que ponen en el centro a los ciudadanos. Es decir, se basa en los posibles peligros que pueden afectar a personas que no estén relacionadas con labores de extinción y para instalaciones, edificaciones e infraestructuras. El objetivo es conseguir protección para estas personas, permitiendo una rápida evacuación en el caso de que sea necesario.
Según esta clasificación, en el nivel 0 estarían aquellos que pueden ser controlados con medios municipales y no suponen peligro para los residentes; en el nivel uno los que igualmente se pueden controlar con los sistemas de extinción locales, pero requiere protección de las personas que viven en las zonas afectadas;en el dos aquellos en los que será necesaria la incorporación de medios autonómicos; y en el tres, los más peligrosos, serán aquellos en los que habrá que aplicar los medios no del plan municipal, sino del andaluz.
A través de este plan, uno de los especiales que tiene la ciudad (también hay para terremotos o inundaciones) la ciudad se prepara para actuar de forma rápida y eficaz cuando se dan una situación de riesgo extremo y evitar así que haya consecuencias fatales.
Megafonía, sirenas y prensa para informar a la población
Uno de los puntos que se contemplan en el plan son los sistemas de aviso a la población. En este sentido, se indica que cuando hay una emergencia los ciudadanos recibirán avisos y mensajes periódicos y se el darán instrucciones y recomendaciones para que puedan adoptar medidas de autoprotección. En este punto, los medios de comunicación tienen un papel clave. Y se tiene en cuenta también que se haga un tratamiento de la información adecuada para evitar situaciones de pánico entre los afectados. Además, se indica que se usarán los sistemas de sirenas y megafonía fijos y móviles. Los efectivos designados por la dirección del plan también podrán encargarse de mantener una comunicación directa con los afectados cuando se dé una situación de emergencia.
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