La verdad sobre las presiones al fiscal granadino del 'caso Lezo'

Yáñez ha estado en Granada, donde tiene su plaza de fiscal, pasando unos días de permiso para aislarse del ruido mediático y político que ha generado su labor en Madrid.

El intento de Moix para que el fiscal granadino dejase la 'operación Lezo' añade más leña al fuego de la polémica. Yáñez y su compañera García Cerdá se 'rebelaron' contra Moix cuando este propuso limitar -o posponer, según ha dicho el propio fiscal Anticorrupción- algunos registros previstos en la 'Operación Lezo', lo que provocó un terremoto que todavía sacude los cimientos del Gobierno de Mariano Rajoy.

Yáñez, de 47 años miembro de la Fiscalía Provincial de Granada, está en comisión de servicios en Anticorrupción, una materia que domina desde sus tiempos en la localidad malagueña de Marbella, donde ejerció esa misma función.

Precisamente, lo que habría pretendido Moix es que renunciase a esa comisión de servicios, que se le había renovado hace un mes, para enviarlo de regreso a Granada, pero él ha rechazado el 'ofrecimiento'.

Yáñez participó hace apenas un par de meses en la pugna para convertirse en el nuevo fiscal-jefe de Granada, pero no fue elegido. Ya entonces estaba siguiendo los pasos de Ignacio González, otrora presidente de Madrid y hoy presidiario en la cárcel de Soto del Real.