Yo vivo de los 'Erasmus'
Es un público seguro, cuya renovación está garantizada año a año y que tiene capacidad de arrastrar a otros universitarios
Antonio Sánchez
Martes, 21 de junio 2016, 00:49
Los 'erasmus' son un negocio. La elección de Granada como destino por parte de miles d e estudiantes europeos ha abierto en la capital un ... nuevo sector al que dirigirse y con el que obtener dinero. Los empresarios que ven en los 'erasmus' una oportunidad son jóvenes y no llegan a la treintena. Algunos de ellos son estudiantes que en su día visitaron Granada y vieron en la ciudad la oportunidad de explotar la rentabilidad de los 'erasmus'. Pero también hay granadinos que se marcharon a estudiar fuera y tratan de trasladar a la capital una fórmula de negocio que funciona en otro país. Coinciden en gustos y aficiones con sus 'clientes' y se preocupan de que les vean más como amigos que como empresarios.
Bicicleta para toda la estancia en Granada
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ERASMUS BIKES
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Rafael Nogales gestiona una empresa encargada de alquilar bicicletas para estudiantes 'erasmus'. ¿Durante cuánto tiempo? Durante todo el cuatrimestre, semestre o año escolar que el universitario extranjero pasa en la Universidad de Granada. Nogales asumió cuando regresó de una estancia en Amsterdam que cualquier empresa en Granada que se dedicara a esto le cobraría a los 'erasmus' en torno a dos euros al día, un precio que los estudiantes «no se pueden permitir». Por ello ideó un modelo de préstamo de bicicletas más prolongado, cuyo coste no supera los 50 euros semestrales en el supuesto más caro. «Les resulta más económico que coger el autobús y funciona porque en el extranjero están acostumbrados a usar este transporte», detalla.
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Página web
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http //www.erasmusbikes.com/
El negocio de los 'erasmus' cuenta con varias aristas, que condicionan a la hora de poner en marcha un negocio vinculado a ellos. Hay dos meses que son claves, septiembre y febrero. Quienes trabajan con los 'erasmus' saben que deben tener marcado en rojo en el calendario el inicio del curso y del segundo cuatrimestre. ¿Por qué? Tanto Rafael Nogales como Mat Bruno, dos empresarios, reconocen que si alguien es capaz de ganarse la confianza de un 'erasmus' en los primeros días que está en la ciudad, luego contará con él cuando quieran hacerle alguna oferta interesante. «Sabemos que el negocio está dividido por fechas. En septiembre tienes que matarte a trabajar con los 'erasmus'. Si empiezan contigo los tendrás el resto del curso. Luego hay otra ronda, más floja, en febrero. Pero si trabajas bien durante estos dos meses puedes hacerte con todo el público 'erasmus'», explica Bruno. Nogales coincide con él. «Al principio de cualquier cuatrimestre es cuando más tarea tienes. Los 'erasmus' están liberados y se les puede plantear las ofertas», relata.
Los servicios por los que un estudiante del programa Erasmus está dispuesto a pagar son limitados. Los empresarios del sector saben que los fondos con los que cuenta un universitario son limitados y que sólo están dispuestos a gastárselos en aquello que realmente le interesa. Reconocen que las becas y el dinero se ha reducido mucho en los últimos años y hay que saber afinar para descubrir por qué servicio o producto están dispuestos a pagar y por cuál no. Lo que mejor funciona son las fiestas y los viajes a otros lugares de España. Una vez abonada la mensualidad por dormir en una residencia o en un domicilio particular, pueden quedar en el bolsillo de los 'erasmus' cien euros en el mejor de los casos, por lo que habrá que convencerle con argumentos para que asista una fiesta, entre en un local a tomarse unas cervezas o se marche de viaje a un lugar y no a otro.
Captar a los 'erasmus' para atraer españoles
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LOVERASMUS
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Mat Bruno es el responsable en Granada de un empresa que comenzó a trabajar con 'erasmus' en Málaga y que ahora ha dado el salto a la capital. La compañía que encabeza se encarga de captar a los estudiantes 'erasmus' para, a través de ellos, conseguir atraer a jóvenes españoles. Bruno sostiene que las becas con las que cuentan en la actualidad los estudiantes que solicitan el programa no son muy elevadas, por lo que la capacidad de hacer negocio con ellos mediante fiestas o encuentros es muy limitado. «La marca va destinada a ellos, ya que sabes que por el nombre los atrapas, pero no es lo que nos da beneficios», explica Bruno, que los considera un 'gancho' que les permite acceder a un público juvenil mucho más amplio.
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Página web
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https //www.facebook.com/wloveramusgranada/
Aun así hay posibilidades de ganarse a los 'erasmus' y que estos compren lo que se les ofrece. Rafael Nogales está al frente de Erasmus Bikes. El año pasado estuvo en Amsterdam (Países Bajos) como estudiante 'erasmus' y su visión de la movilidad ciudadana cambió con el paso de los días. «Allí la gente está acostumbrada a ir en bici aunque llueva. Es una cultura diferente, que al principio me chocaba, pero a la que me acostumbré en unas semanas», rememora. Al comenzar el presente curso académico pensó en que podía ser rentable un negocio que uniera a las bicicletas y los estudiantes 'erasmus' que llegan cada año a Granada. Habló con un amigo para usar un local que tenía en Camino de Ronda y compró una flota de 'bicis' que comenzó a alquilar. «Ahora mismo hemos conseguido amortizar lo gastado, pero el próximo año, que no habrá que volver a comprar bicicletas, esperamos obtener beneficios. Estamos pensando en exportar la idea», explica.
Mat Bruno asumió este año la gestión de LOVErasmus. Esta sociedad -con otro nombre- se encuentra asentada en Málaga, en donde surgió hace varios años. Desde allí ha viajado hasta Granada, dado que es una de las ciudades europeas más escogidas por los beneficiarios de este programa. Su empresa se encarga de reunir grandes grupos y llevarlos a diferentes locales de ocio de la ciudad. Ejercen como intermediarios y utilizan como reclamo a los 'erasmus'. Bruno asume que sólo el 20% de los beneficios que obtienen cada mes procede de un estudiante extranjero. Son los amigos de estos los que aportan gran parte del dinero que se consigue en la noche granadina. «Si tú al 'erasmus' lo haces sentir como en casa desde que lo conoces y haces una fiesta buena para él, los chavales van a ir y van a tirar del resto, que al final es lo que buscas, un grupo amplio», argumenta Bruno, quien asegura que en sus fiestas un estudiante 'erasmus' no paga entrada, pero que luego esa 'pérdida' se compensa con otros jóvenes.
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