La nieta de Dióscoro Galindo pide que se permita buscar los restos de su abuelo

García Catalán, nieta adoptiva de Dióscoro Galindo, ha estado acompañada por el investigador Miguel Caballero y el arqueólogo y presidente de la Asociación Regreso con Honor, Javier Navarro Chueca, que ha informado de que, tras visitar el paraje donde pretenden actuar, han recorrido además el barranco de Víznar.

La visita se produce justo un día después de que representantes de las familias del maestro republicano y de los dos banderilleros anarquistas que fueron fusilados junto a García Lorca pidieran a la Junta que autorice la exhumación de la fosa donde investigaciones señalan que podrían encontrarse sus restos.

Con el respaldo "Regreso con honor", García Catalán registró ayer ante la Consejería de Cultura en Sevilla una solicitud para localizar la posible fosa común, petición a la que se sumó la del sindicato CNT, que se considera "familia política" de Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, dos anarquistas que fueron asesinados junto al maestro y el poeta.

Navarro Chueca ha indicado que ayer la Dirección General les trasladó que podían actuar en la búsqueda de la fosa con la licencia de obra del Ayuntamiento de Alfacar y el permiso de la propiedad del terreno (Medio Ambiente).

Tras reunirse hoy con la alcaldesa de Alfacar, Fátima Gómez, para tratar la referida licencia de obra, ha considerado que la administración local no pondrá ningún problema y que se seguirá el trámite reglamentario, y se ha pedido además cita con la Delegación de Medio Ambiente, ha detallado Navarro Chueca.

En cualquier caso, la nueva petición formulada ayer ante la Junta es independiente a otra que la Asociación formuló hace un año ante esa Dirección General, que recientemente contestó al equipo de investigadores que pretende seguir actuando en la zona que no era necesario su permiso para las tareas de localización pedidas entonces.

Los estudios documentales, geoarqueológicos y paleogeográficos llevados a cabo desde 2013 por un amplio equipo de especialistas en la zona del Caracolar han delimitado una superficie de 10 por 28 metros donde podrían yacer los cuerpos, un área cercana al paraje en el que la administración autonómica ya intervino sin éxito en 2009.