El Valle del Darro se sube a la cima del patrimonio

La Junta de Andalucía ha iniciado los trámites para que todo el Valle del Darro, no sólo en su tramo urbano sino en todo su cauce que discurre por los términos municipales de Beas de Granada, Granada y Huétor Santillán, sea protegido como Bien de Interés Cultural con la tipología de Zona Patrimonial. Eso implica que desde este momento, tras su publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), sus 22 kilómetros de longitud están blindados de punta a punta a cualquier intervención que no cuente con el visto bueno de la Consejería de Cultura y paraliza de inmediato cualquier proyecto en desarrollo o previsto.

«Se trata de un documento muy minucioso en el que se ha venido trabajando durante mucho tiempo de forma coordinada debido a la complejidad del territorio y a la cantidad de bienes», explicó la titular del Cultura del Gobierno andaluz, Rosa Aguilar. No en vano, aunque pueda pensarse que se trata de proteger el río y su fauna y flora, la medida adoptada va mucho más allá. El listado es interminable. Un total de 268 elementos del patrimonio material e inmaterial, que incluyen desde romerías a árboles singulares, pasando por iglesias, haciendas, huertas, molinos, puentes, aljibes, acequias, cármenes, asentamientos arqueológicos, caminos o casas cueva. Por citar algunos ejemplos concretos, ahora quedan preservados el propio paseo de los Tristes, el conocido como hotel Reuma, la Fuente del Avellano, el Carmen del Granadillo, las casas del Chapiz o la acequia de Santa Ana y su acueducto medieval, así como todos los puentes que jalonan la Carrera del Darro o los oficios de acequiero y molinero.

Colectivos y plataformas

«Es un paso determinante para la protección y puesta en valor de un espacio que, por su contenido cultural, ambiental y paisajístico, requería de una figura como esta que respondiera a las necesidades expresadas tanto por el Patronato de la Alhambra, que ya elaboró un documento en 2009 y posteriormente en 2010 y 2012, como por los colectivos y plataformas que venían demandando dicha protección», argumenta Guillermo Quero, delegado territorial de Cultura, quien añade que «hemos querido proteger, desde el presente, uno de los principales patrimonios que podremos dejarle a los granadinos del mañana».

De la mano de miembros de esos colectivos de los que habla el delegado de la Junta nos acercamos a ese auténtico tesoro natural que surca el centro de Granada y que se extiende más allá, abarcando tres términos municipales. Narciso Crespo y Javier Egea, miembros de la Plataforma Ciudadana para la Protección Integral del Valle del Darro y éste último también de Ecologistas en Acción, aún se frotan los ojos ante la noticia de la declaración de BIC de este vasto vergel. «Creo que Granada no es consciente de lo que implica tener este corredor verde protegido», apunta Egea. Pero ellos se van a encargar de seguir divulgando su valor, como llevan haciéndolo desde 2011.

Aquel año, saltaron las alarmas cuando conocieron que había un proyecto de construcción de un hotel en la antigua hacienda-convento de Jesús del Valle (también BIC) y de un túnel con ascensor al patio de los Aljibes de la Alhambra. La Asociación de Vecinos del Sacromonte y Ecologistas en Acción, colectivos a los que luego se fueron uniendo más, sumaron sus fuerzas para pedir su protección, evitar estas actuaciones y dar a conocer a la sociedad la joya que esconde el Valle del Darro. Conferencias, paseos, excursiones y una iniciativa fundamental: el 13 de noviembre de 2012 presentaron un escrito instando formalmente a la Consejería de Cultura la declaración de BIC. «Hemos estado ahí todo el tiempo empujando y estamos muy contentos con que sea una realidad», dice satisfecho Crespo, consciente de que se abre una nueva etapa: «Creemos que se constituirá un organismo de gestión y nos gustaría seguir participando en el desarrollo del valle».

En nuestro paseo por lo que se conoce como el Darro Monumental, en el entorno de la Carrera del Darro, la falda de la Alhambra y el camino del Avellano no queda resquicio de duda de que lo viven con pasión. Cuentan con detalle de dónde viene cada acequia, cuál es el origen de cada resto, la historia de cada estampa que se divisa en la lejanía. «Tiene un valor material, con restos de distintas épocas históricas, pero también otro inmaterial, para entender la historia de Granada y la de barrios tan emblemáticos como el Sacromonte», señala mientras recorremos el camino del Avellano. Llegamos a la fuente que lleva el mismo nombre. Un mirador prodigioso donde un puñado de excursionistas disfrutan de unas vistas privilegiadas a la Abadía del Sacromonte. Esa misma fuente, que data de 1827, adonde antaño la alta sociedad se acercaba a recoger aguas de gran calidad venidas de la mismísima acequia real. Ahora, este emblemático rincón no está expuesto a los caprichos del destino. Es otro de los elementos protegidos, preservados, catalogados... como se le quiera llamara. Pero lo cierto es que ahora tocarlo, maltratarlo o dañarlo es ya un delito.

La vista se pierde a lo lejos, en la frondosidad del verde de un valle, que según destaca el propio Gobierno andaluz, alberga evidencias desde la época romana hasta nuestros día. Eso, y una fauna y una flora que se escapa a un rápido vistazo. «Desde la salida de Granada, pasado el puente del Rey Chico, el río se convierte en un bosque de ribera espeso totalmente natural porque ahí no se ha tocado nada y prácticamente continúa así hasta llegar a Jesús del Valle, por lo que tiene un valor ecológico y natural enorme», sostiene Javier Egea, integrante de la plataforma y coordinador provincial de Ecologistas en Acción, al tiempo que llama la atención sobre que, pese a ser un río ubicado en la zona mediterránea, «donde hay mucha sequía, lleva agua todo el año». Un rumor que nos acompaña todo el trayecto y que completa el encanto de un paisaje que cautiva a los miles y miles de turistas que se enamoran de Granada cuando se sientan a los pies de la Alhambra.

Canalizaciones

Un testigo mudo del fluir del Darro, la Alhambra, que en este caso ha tenido mucho que decir. Reynaldo Fernández, director del patronato de la Alhambra, califica de «muy positiva» la declaración de BIC del Valle del Darro y destaca precisamente que sus predecesores impulsaron esta figura e incluso encargaron los estudios previos. «Es algo muy importante para la ciudad y para el entorno de la Alhambra que se proteja», valoró. A su juicio, es una gran zona verde y además «fue todo el origen que posibilitó poder traer agua aquí, a la Alhambra, y poder hacer una ciudad palatina gracias a todas esa canalizaciones que se realizaron y a todo ese tratamiento de agua que se hizo». «Se va a conservar una zona que es muy importante en su paisaje no solo natural sino cultural, por la serie de acequias y de ingenios hidráulicos que son muy interesantes», añade.

Aunque no todos son parabienes. Desde Ecologistas en Acción, Javier Egea quiere poner el parche antes de que se produzca una herida para que no se repitan errores del pasado. «No queremos que pase como con Jesús del Valle, que cuando se declaró BIC hubo un desmantelamiento y una dejadez total. Incluso denunciamos a Fiscalía pero ser archivó. Si se protege, que haya más compromiso por parte de las instituciones», alerta.