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La cabeza de un 'gigante' aparece dibujada sobre la fachada cuando se corona la Cuesta de los Molinos.
Aquellos tiempos de gigantes y molinos
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Aquellos tiempos de gigantes y molinos

Cuesta de los Molinos | Distrito centro

Javier F. Barrera

Miércoles, 18 de mayo 2016, 11:45

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Hay lugares que parecen querer permanecer ocultos en la ciudad. Es el caso de la Cuesta de los Molinos, que sin comercio, sin tiendas, sin hostelería, permanece silente ante el paso diario de escolares, turistas y vecinos, que deambulan del Realejo hacia el Genil y viceversa. En esta vía empedrada florece de nuevo la Acequia Gorda, que permitió la amplia red de molinos harineros y molinos de papel que jalonaron esta parte de la acequia, al abrigo del fluir del agua a través de la mencionada acequia. Nos cuenta la Diputación que «este tipo de molinos constituyeron lo que se denominó arrabal de Neched, situado entre la Bib-Neched (Puerta de los Molinos) y la Huerta Zafaina, extendiéndose a lo largo de lo que actualmente se conoce como Las Palmas y la Cuesta de los Molinos». Tengamos en cuenta, a través de la toponimia de las calles de la zona, de la importancia y arraigo de esta industria en la ciudad: Calle Molinos, Calle Molino del Capitán, Calle Molino de Santa Ana, Calle del Molinillo, Placeta del Molinillo, Ribera de los Molinos y Cuesta de los Molinos.

En su contexto

  • 1900

  • La historia de una placa conmemorativa

  • En la fachada

  • La fachada tiene un busto orlado de Ángel Ganivet con placa conmemorativa realizada en este año de 1900 por el escultor Loyzaga

  • La cita

  • Dicha placa dice En esta casa vivió el malogrado escritor granadino Ángel Ganivet García. Cónsul de España en Riga, donde murió el 28 de noviembre de 1898. El Excmo. Ayuntamiento de Granada le dedica este recuerdo.

Es una buena enumeración entre los dos mundos granadinos del Paseo de la Bomba y el Realejo, donde tras subir los peldaños que coronan la Cuesta de los Molinos, se deja ver bien pertrechada por el torreón del otrora cuartel de Las Palmas y actual parque municipal del mismo nombre, alguno de los gigantes que siempre se confunden con los molinos. Aunque tengan que estar pintados en fachadas por El Niño de las Pinturas.

La historia de la Casa Molino de Ángel Ganivet

Construida en época árabe (1073) sobre la Acequia Gorda del Genil, y con cinco bóvedas horadando su estructura, la Casa Molino Ángel Ganivet formó parte de la red de molinos. Durante el siglo XVIII, y siendo también conocido como Molino de la Sagra, la casa pasa a ser propiedad de la familia de Ángel Ganivet. Aquí se desarrolla una parte de la juventud del escritor, desde los catorce años de edad hasta que se traslada a Madrid, durante el curso académico 1888-1889. La unión de ambos testimonios (el escritor y el molinero) confieren a la casa un valioso tesoro en el que confluye un retazo de la vida de uno de los escritores granadino más universales con una de las tradiciones (desaparecida en los años treinta) con mayor vigor y presencia durante una época de la historia de la provincia. El inmueble se halla inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con el carácter de Monumento, mediante Resolución de la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura. El actual edificio fue producto de una profunda rehabilitación realizada en 1995, que respetó la fachada decimonónica, según se publica en la página en Internet de la Casa Molino Ángel Ganivet, de la Diputación de Granada.

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