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María Rodríguez posa sobre un puf distinguido con el logotipo de su empresa.
«Nos implicamos en los problemas de las empresas que nos contratan»

«Nos implicamos en los problemas de las empresas que nos contratan»

María Rodríguez, fundadora de 'Haydía'

Rafael Lamelas

Domingo, 31 de enero 2016, 01:20

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En el fondo de pantalla del móvil, María Rodríguez lleva una foto de Lola Flores y Rocío Jurado. Dos mujeres «que han hecho historia», dice. Dos mujeres de armas tomar, con carácter, que tenían mucha fuerza e ilusión. La misma que mueve a esta granadina que cuando aún no tenía trabajo, se imaginaba cómo montaría campañas para empresas grandes como Coca - Cola. Hoy, junto a su equipo, tiene su propio lema: «Localizar uno o dos proyectos que te apasionen para poder trabajar de manera desinteresada, donde puedas aportar, destacar y disfrutar. 'Encasillarte' donde tú quieres sentirte reflejada».

¿Qué inclinaciones tenía cuando era pequeña?

Mi curiosidad siempre ha sido la comunicación, las personas, la parte social. Me tiraba muchísimo colaborar con ongs. Siempre me ha gustado llevar la iniciativa y nunca le he tenido miedo a exponer en público. También sabía que mi primer foco era quedarme en Granada. Soy más granadina que la Alhambra. Se me brindaron posibilidades de estudiar fuera, pero quería desarrollarme aquí desde el minuto uno, al contrario que algunas personas de mi generación, que pensaban que el éxito estaba en llegar a Madrid. Para mí el fracaso es marcharse.

¿Cómo se formó entonces?

Estudié Publicidad aquí. Me autoformé en algunos aspectos técnicos y conforme iba terminando, me iba apuntando a todo. Siempre he sido proactiva, colaborando en cualquier sentido, con la oportunidad de conocer a gente que también hace cosas. Empecé en un laboratorio farmacéutico, llevando marketing. Estaba muy verde y me tocó estar unos meses fuera, en Londres. Allí corroboré que quería estar en Granada, pero trabajando para mí.

Así nace su vena emprendedora.

Siempre he tenido las cosas muy claras. A veces echo la vista atrás y ato cabos para ver qué hubiera pasado en el caso de emprender otros caminos, pero no tenía dudas. Además, siempre lo han alentado en mi entorno. Creía que podía arrancar buenas ideas que se me quedaban paradas trabajando para otros.

¿De qué manera arrancó su 'propuesta de valor?

Tenía que hacer algo para diferenciarme del resto y trabajar por cuenta propia. Busqué proyectos, unos pocos, en los que pudiera meterme desinteresadamente para colaborar, en los que pudiera disfrutar y destacar, sin que nadie me condicionara. Mientras iba ahorrando, porque de algo tienes que comer, me metía en proyectos que pudiera liderar. Por ejemplo importé una iniciativa de Madrid llamada Voluntariado Express. Me encargué de su organización, del plan de comunicación y de acción. En nueve horas recaudamos 68.000 euros. Disfruto mucho con él y haces algo por la ciudad, sin las ataduras de trabajar para otras personas.

¿Cree que en algunas empresas se coarta la libertad creativa?

La gente está muy bien formada y están deseando que la contraten. Si entras en una empresa y quieres mejorar, siempre dependes de terceros. La única manera de asegurar que dependas sólo de ti es haciéndolo por tu cuenta y además a través de algunos proyectos de manera desinteresada. En el fondo, también estás haciendo así tu propia marca.

¿Cómo fue el salto hacia lo empresarial?

Percibía que se necesitaba gente joven y fresca. Observaba que en Granada había mucho por avanzar en la parte comercial y de marketing. Quería ser cabeza de ratón, en mi tierra. Ofrecí mis servicios y tuve la oportunidad de entrar en una empresa de aquí pero que es líder europea en mobiliario y venta por internet, como Mipuf, de 'community manager'. Me desarrollé y ahora llevo la dirección comercial con el director general, haciendo la estrategia completa de la empresa. Conectamos. Hay un pequeño salto generacional, pero nos entendemos muy bien. He podido crecer con Mipuf, siempre como externa.

Parece que esta experiencia fue clave.

Sí. Así iba comprobando que hay muchas empresas de Granada que necesitan renovarse. La comunicación no son sólo palabras. También necesitas un soporte visual, bien con vídeos, gráficos. Ciertas empresas no se pueden costear siete expertos en cada materia. Fruto de ello, conformamos un equipo de cuatro personas con una estructura horizontal, en la que todos formamos parte por igual. Hacemos un servicio integral y tenemos clientes en la provincia y también fuera. Nos implicamos en los problemas de las empresas que nos contratan, en su estrategia. Trabajamos muchísimo la imagen. Tenemos seis clientes, de todo tipo de sectores. Empresas tradicionales que quieren rejuvenecerse o abrir un nuevo canal de venta, o bien empresas de nueva creación que quieren optimizarse.

Hace mucho hincapié en lo del equipo.

Creo que nos alejamos de lo tradicional. Cada cual en nuestra empresa tiene unas habilidades y las ponemos en común. Cualquiera puede aportar. Yo por ejemplo me siento cómoda en la estrategia y la creatividad. La parte técnica y de ejecución corresponde más a otros.

Usted impulsó también 'Ideas for Granada'?

Lo montamos el año pasado y la intención era reagrupar talento haciendo marca Granada. Traer a gente de aquí que estuviera triunfando fuera para que nos contara aspectos de su trabajo. Lo hicimos junto a Paco Lamas, un chico que precisamente está en Francia. Funcionó muy bien y este año lo hemos replicado en quince ciudades, con una red coordinada desde Granada. Como no tenemos financiación, aprovechamos fechas navideñas, cuando la gente está por aquí, con perfil alto. Queremos que traigan una idea para la ciudad, con su visión, sin los prejuicios locales. Hubo algunas del año pasado que se han llevado a cabo.

¿Ha sido fácil todo este camino que me describe?

No ha sido fácil, pero sí bonito. Tengo más miedo por lo que pueda venir que por lo pasado. Al principio tienes mucha fuerza y confías en ti misma. Es más sencillo cualquier sacrificio. Ahora que la agencia está echando a andar, que tienes responsabilidades y presupuestos grandes, es cuando empieza la dificultad. Montarlo ha sido una aventura.

¿Se encuentra empresas que se sorprenden ante sus propuestas? Granada aparenta ser un poco inmovilista.

Siempre hemos buscado tipos de negocios en los que nos pudiéramos entender. Seleccionar y seducir, no ir a masas. Hay que tener un poco de decencia, asesorar bien y transmitir a quienes pretenden algo muy moderno que se pueden estar equivocando. Puedes perder un cliente, pero ganas una recomendación. Hay agencias que le dan servicio a cualquiera, es su modelo de negocio y les va bien. Nosotros creemos que nos tenemos que diferenciar. Tenemos que entendernos. Todas las empresas no necesitan lo mismo. Trabajamos con clientes muy 'geek' -inclinados a lo moderno y tecnológico-, que necesitan un concepto diferente.

¿Hacia dónde se evoluciona?

Creo que hay que saber enfocar bien las inversiones para ver el retorno, a nivel técnico. Que iremos hacia negocios que sepan qué necesitan y qué no. Un ejemplo: todo el mundo cree que necesita una página de Facebook. Mi agencia no la tiene. Consideramos que no necesitamos publicitarnos porque sí, sino a través de nuestro trabajo. A mí me dan pena esas empresas que han perdido dinero confiando en nuevas generaciones, porque todas se tenían que abrir un blog o un perfil en redes sociales. Todas tenderán a saber qué necesidades comunicativas tienen. Saber de la importancia de invertir en la marca. Irán a mejor, pero quizás a pasos más lentos.

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