Dos atracos pistola en mano en menos de 90 minutos
Uno se registró en Gójar y el otro en la plaza Garcilaso de la Vega de la Zona Norte de la ciudad; en ninguno hubo disparos ni agresiones y los cacos huyeron en una moto de color oscuro
José Ramón Villalba
Miércoles, 30 de diciembre 2015, 00:48
Dos jóvenes camuflados con una bufanda y cascos de moto se presentaron en el estanco de Gójar con un cuchillo y una pistola en la ... mano. Pasaban unos minutos de las 20.30 horas de la víspera de Nochebuena y los dos atracadores no tenían la intención de hacer las veces de Papá Noel: querían dinero y tabaco para revenderlo. Era un atraco.
Nadie dio crédito a sus ojos cuando vio al primer joven empuñando una pistola y apuntando a todo lo que se movía dentro del estanco. No se trataba de un juego. Detrás de este atracador, otro joven empuñando un cuchillo se metió tras del mostrador con una bolsa de deporte que utilizó para llenarla de cartones de tabaco, mientras su colega insistía una y otra vez en que la trabajadora del estanco le diera todo el dinero de la caja, sin dejar de encañonarla a una distancia inferior a un metro; un espacio suficiente para percibir el nerviosismo, quizás el miedo a que una bala pudiera cambiar el rumbo de la vida de quienes minutos antes estaban en el estanco cumpliendo con la rutina de un día más.
Los dos atracadores, bien camuflados y con guantes para no dejar rastro de sus fechorías, lograron hacerse con un botín de dos mil euros y veinte cartones de tabaco. Salieron por la puerta del estanco sin efectuar ningún disparo y sin ejecutar ninguna agresión física, se montaron en una moto de color oscura y pusieron rumbo a... quizás al distrito Norte de la ciudad, donde una hora y cuarto después se consumó un segundo atraco en la cafetería ubicada en la plaza Garcilaso de la Vega, donde también hay un supermercado de grandes dimensiones que ya se encontraba cerrado cuando ocurrieron los hechos.
En esta ocasión no hubo testigos. El dueño del bar trató de remolonear todo lo que pudo hasta que no le quedó otra que hacer entrega de los 400 euros de la caja de esa tarde. En esta ocasión el atracador también utilizó un casco de moto para camuflarse y un pasamontañas, aunque la ropa que vestía no era la misma que la empleada en el robo del estanco de Gójar.
En estos momentos hay sendas investigaciones policiales abiertas para dar con el paradero de los atracadores, quienes más temprano que tarde se sentarán en el banquillo de los acusados.
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