Parados y jubilados deciden las elecciones
Uno de cada tres granadinos incluidos en el censo del próximo 20D se encuentran sin trabajo o tienen más de 65 años
Antonio Sánchez
Sábado, 12 de diciembre 2015, 00:29
Uno de cada tres granadinos incluidos en el censo electoral de los comicios del próximo 20D son jubilados o se encuentran sin trabajo. Según el ... Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), los primeros se muestran más proclives a votar a PP o PSOE en la cita con las urnas. Los parados, por su parte, son partidarios de optar por otras formaciones políticas, como Cs o Podemos.
La suma de los mayores de 65 años y quienes no tienen empleo supone el 38% del censo electoral. Según las últimas cifras de población del Instituto Nacional de Estadística y la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de 2015, ambos colectivos acumulan alrededor de 287.000 personas en la provincia.
A pesar de ser dos grupos numerosos presentan grandes diferencias entre ellos. Los últimos barómetros electorales publicados por el CIS exponen que gran parte de los jubilados ya tienen decidido a quien votarán y que estos no serán los que rompan con el bipartidismo. PP o PSOE siguen siendo la opción preferida de los pensionistas cuando se dirigen a la urna con la papeleta con una presencia testimonial de los nuevos partidos entre ellos.
El escenario cambia cuando se pregunta a quienes quieren trabajar y no pueden. Los 130.000 parados de la provincia se reparten entre los diferentes grupos de edad, pero predominan entre los menores de 35 años. Los partidos emergentes Cs y Podemos son conscientes de que será más sencillo hacer cambiar de opinión a estos granadinos que a quienes ya se han jubilado y los sondeos electorales demuestran que si sólo votaran ellos la igualdad de cara al 20D sería mucho mayor. Las nuevas formaciones políticas saben que 67,1% de los españoles quiere ver un cambio de gobierno después del recuento de los votos y son conocedores de que uno de los núcleos de población en los que pueden arañar más votos a las formaciones tradicionaleses el de los parados.
Por territorios, las elecciones se juegan en la capital, el Área Metropolitana y la Costa. En Granada y los principales pueblos de su Cinturón se concentran más de la mitad de los votantes de la provincia. Armilla, Maracena, Las Gabias, La Zubia y Albolote son los municipios con más ciudadanos censados en las localidades que flanquean a la capital. En la Costa votan más de uno de cada diez granadinos. Motril y Almuñécar son las localidades que siguen a la capital en cuanto a número de electores.
Por cabeceras de comarca, además de la capital, Baza, Guadix, Loja y Motril tienen un peso destacado en la convocatoria electoral, mientras que la influencia de otros lugares como Huéscar, Iznalloz, Alhama de Granada, Órgiva y Dúrcal es más limitada.
La provincia también mira hacia el extranjero. Granada es la decimocuarta circunscripción en la que más electores tienen la opción de votar desde fuera de España, con 45.199 ciudadanos. Si estos granadinos fueran un pueblo de Granada, este sería el tercero más poblado, después de la capital y de Motril. Los nuevos electores también son un grupo de votantes importante (38.102).
Los temas que todos ciudadanos de la provincia independientemente de la edad, el municipio o su situación laboral quieren que los candidatos de la provincia inserten en sus discursos durante la campaña electoral son el paro, la corrupción, las cuestiones económicas, la clase política y la educación. Para ganarse a los jóvenes es importante también mostrarse sensible con la sanidad y la inmigración. Los granadinos de entre treinta y sesenta años creen que las cuestiones sociales deben estar presentes en las promesas políticas. Y los jubilados consideran que las pensiones y los nacionalismos no deben pasar desapercibidas durante esta campaña.
Las expectativas con las que los ciudadanos irán a votar en dos fines de semana no son buenas. Más de la mitad está convencido de que la economía granadina seguirá igual en 2016. Además, un 40% considera que su estado financiero no es bueno. Quienes cuentan con un puesto de trabajo son, en su mayoría, personal administrativo o asalariados que trabajan en el sector servicios. La situación económica de parte de los ciudadanos de la provincia es delicada, ya que más de la mitad no tuvo fondos para irse de vacaciones este último verano o no es capaz de afrontar gastos imprevistos en su núcleo familiar. Esto viene derivado de la precariedad laboral que han sufrido los granadinos desde que inició la crisis en 2008. Los trabajadores de dos tercios de las casas de las que saldrán los votos para esta elecciones generales cuentan con un empleo temporal o irregular.
El votante tipo del PP es hombre, con más de 65 años, estudios primarios y reside en pueblos de menos de 2.000 habitantes. El perfil del elector socialista cambia con respecto a los populares, pero tampoco en exceso. El PSOE es fuerte entre las mujeres, quienes tienen entre 55 y 64 años, los que no cuentan con estudios y viven en municipios que tienen entre 2.000 y 10.000 ciudadanos.
Cs y Podemos, dos partidos que entrarán por primera vez en el Congreso de los Diputados tras las elecciones del 20D, cuentan con unos votantes muy diferentes a las formaciones políticas tradicionales. Cs es fuerte entre los hombres que tienen más de 35 años y menos de 44, con estudios superiores y que viven en Granada capital. El votante tipo de Podemos es calcado al de Cs, con sólo un matiz: sus principales electores se encuentran entre los jóvenes de 25 a 34 años.
A lo largo del último año, el CIS ha mostrado en sus estudios de la población electoral que Cs y Podemos son partidos urbanos, que apenas cuentan con votantes en los pueblos rurales. PP y PSOE, sin embargo, tienen un reparto más homogeneizado de sus votantes. En la provincia, este diagnóstico nacional se replica y ya se pudo ver en las elecciones andaluzas del mes de marzo las únicas y últimas en las que se tiene una referencia aproximada. En Granada capital, la suma de Cs y Podemos ascendió al 29% de los votos, mientras que en el total de la provincia esta cifra descendió al 23%. Esta brecha territorial es la que permite a socialistas y populares partir con ventaja en las encuestas de cara al 20D en Granada.
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