«Es muy agradable porque significa que estamos en el buen camino»
Antonio García Angulo, presidente de Asprogrades
Daniel Olivares
Jueves, 19 de noviembre 2015, 00:07
Los cincuenta años de una labor social encomiable y admirable se plantaron sobre el escenario de la gala de IDEAL con la presencia del presidente ... de Asprogrades, Antonio García Angulo, y Paco y Lola, dos usuarios de la institución en favor de los discapacitados intelectuales. Los tres recibieron la ovación más emotiva de la noche del público asistente, un aplauso que se extendió durante varios minutos... antes, durante y después de que la redactora de IDEAL Ángeles Peñalver entregase el premio al también párroco de Peligros.
El presidente de Asprogrades, cuya misión es la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y sus familias, agradeció el galardón y recordó que el día que recibió la llamada del director del periódico, Eduardo Peralta, para comunicarle que habían sido designados como IDEAL del año en el apartado de función social, le llenó de «alegría». «Es muy agradable porque puede significar que estamos en el buen camino», ensalzó García Angulo, quien recordó que Asprogrades cuenta en la actualidad con 340 usuarios y 150 profesionales.
Tuvo también palabras de recuerdo para el grupo de padres fundadores de la asociación, cuya foto se proyectó en el vídeo de presentación del premio. Reconoció que le había hecho especial ilusión encontrarse momentos antes con el presidente del Colegio Oficial de Abogados de Granada, Eduardo Torres, cuyo progrenitor, como el propio García Angulo recalcó, fue uno de aquellos padres fundadores de Asprogrades. «Fue él, Miguel Torres, quien me preguntó si quería participar en el proyecto. Y ahora estoy yo de presidente», desveló.
Recordó que son varios los centros concertados con la Junta de Andalucía que gestiona Asprogrades y que el futuro gran proyecto al que aspiran es la construcción de una residencia de gravemente enfermos. «Ya llegará el momento», deseó. «Aunque lo importante no son los edificios, sino toda esa cantidad de personas» a las que atienden. «Por eso he pedido que me acompañaran Paco y Lola», dijo García Angulo, quien esa misma mañana había estado en Sevilla para reclamar a la Junta el pago de los atrasos en las ayudas, un detalle que pasó por alto con elegancia ante la presencia de Susana Díaz y otros cargos, porque no era el momento ni el lugar.
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