El Festival de Cine Español sube, Cines del Sur baja

El festival malagueño proyecta los estrenos más relevantes del año del cine español, premia los mejores filmes -con su simbólica Biznaga- y concede galardones honoríficos. Desde hace 18 años , el evento no ha hecho más que crecer -se extiende por diferentes sedes de la capital y la provincia- y ya se ha convertido en el segundo más importante de España, solo por detrás del de San Sebastián. Su atractivo trasciende el tirón de las estrellas patrias que visitan Málaga: cada primavera, el festival anuncia la apertura de la temporada turística con películas, pero también con los más diversos eventos musicales, literarios, gastronómicos y artísticos.

Nació con un presupuesto de unos 750.000 euros, llegó a superar los 3 millones en los mejores años y en 2014 ha supuesto una inversión de 1,7 millones, de los que 100.000 euros son de ayuda estatal. La consultora contratada por el gobierno municipal calculaba este año en 22 millones de euros el impacto publicitario de este encuentro. Es decir, un 'anuncio' imposible de pagar.

No es el único acontecimiento consagrado en Málaga al séptimo arte. Otro veterano, nacido en 1994, es el Festival de Cine Francés, dedicado a la filmografía del país vecino en versión original. Está organizado por la Alianza Francesa -homólogo de nuestro Instituto Cervantes- y patrocinado por Targobank y TV5 Monde con el objetivo de promover y difundir el cine francés en España. Combina sesiones escolares dirigidas a los centros de formación, la programación de noche, con estrenos y proyección de títulos de culto de la cinematografía gala, y la presencia de estrellas de la pantalla. En su última edición reunió a más de 8.000 espectadores.

Granada disfruta de una amplia oferta de festivales de cine, pero todos ellos han sufrido en sus carnes la crisis económica. Así, aunque el público local disfruta de una amplia y variada oferta de películas nuevas y antiguas sobre todas las temáticas imaginables -algo que no ofrece el cine comercial- su impacto mediático es pequeño y su efecto en el turismo inapreciable.

El más veterano de la provincia es el Festival de Jóvenes Realizadores, que celebrará el próximo otoño su 22ª edición. Dedicado fundamentalmente al cortometraje y el cine fantástico, el encuentro siempre se ha movido en parámetros modestos, con presupuestos que no superan los 200.000 euros y han ido menguando progresivamente hasta los 51.000 de la última edición, sostenida fundamentalmente por el Ayuntamiento tras perder la mayor parte de la subvención de la Junta de Andalucía.

La cuota de glamour cinematográfico se la lleva el Retroback, encuentro más que festival -no es competitivo- dedicado desde 2009 al cine clásico y, en consecuencia, protagonizado por estrellas muertas, como Audrey Hepburn, Humphrey Bogart, Marilyn Monroe, Marlon Brando o Ava Gardner, y algunas incluso fantásticas, como Drácula, lo que le evitó al Ayuntamiento tener que invitar a sus familiares.

Con la décima parte

Pero el paradigma de esa tendencia a 'desinflarse', que algunos gestores culturales denuncian en estas páginas, es el festival Cines del Sur. Nacido en 2007 con el impulso del entonces presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y un presupuesto de 1,5 millones de euros, su objetivo es dar a conocer las películas de países de Asia, África y Latinoamérica habitualmente ausentes de la cartelera. Hoy, mantiene intactos sus fines, pero con menos viajes, personal, premios, compras e invitados: su presupuesto no representa ni la décima parte de aquella primera edición.

Certámenes y muestras menores que resisten en Granada son Ópera Prima en Corto y Mirando Nosotras -de tema feminista-; otros muchos se quedaron por el camino.