Díaz aboga por «cortar de raíz» la corrupción que «aleja a los ciudadanos de la política»

Díaz alertó de la preocupación ciudadana por ese «rosario incesante de comportamientos detestables y deshonestos que alejan a los ciudadanos de la política». Y su propuesta ante ello fue esclarecedora: «Esto tenemos que cortarlo de raíz, hacerlo como sea y pararlo ya». Reivindicó la honestidad de la mayor parte de los políticos, que han sido metidos en el mismo saco de la corrupción. «Los ciudadanos que confían con sus votos, con sus impuestos, en los servicios públicos no merecen, no merecemos, lo que está sucediendo», resaltó. Una cuestión que tuvo un protagonismo propio acorde con los casos que han aflorado en los últimos días y de los que son protagonistas responsables políticos de distintos partidos.

Defensa

Díaz también destacó la labor que lleva a cabo el Consejo Consultivo y se posicionó claramente en contra de su desaparición con la excusa de la crisis. Afirmó que este es un instrumento de control de las instituciones y que «no es por aquí por donde tiene que empezar a adelgazar la administración». Recordó que muchas de sus competencias son exclusivamente autonómicas y responden «a los derechos de la ciudadanía recogidos en la Constitución y en nuestro Estatuto de Autonomía». «Deberíamos conservar alguna memoria de lo que supuso la concentración de funciones en los órganos del Estado, propia de sistemas centralistas. En España, desde luego, el centralismo no pudo ser más ineficiente y a Andalucía, nuestra tierra, le vino mal. Convendría no dar pasos atrás en nuestra historia. Hay errores que es mejor no cometer dos veces», enfatizó.

La presidenta fue más allá en sus críticas a los intentos de desprestigiar la labor de los consejos consultivos -que no atribuyó a nadie en particular- al afirmar poco después que detrás de las mismas «lo que se esconde es toda una puesta en cuestión de nuestro Estado autonómico y de la propia capacidad de autogobierno real que tenemos las comunidades autónomas».

Y a grandes males, grandes remedios. Díaz dijo que la mejor manera de «dar respuesta» a los comportamientos indecentes y a la crisis de credibilidad que sufren muchas de las instituciones «pasa necesariamente por la transparencia y por un mayor compromiso con nuestra democracia y nuestro Estado de Derecho. Por más y mejor democracia, y por habilitar cuantas medidas sean necesarias para que consigamos extirpar de raíz tantos comportamientos ajenos a la política, a la política de verdad en la que algunos creemos y defendemos».

Mención a los ERE

Juan Cano, presidente del Consejo Consultivo, desgranó por su parte algunos de los aspectos más relevantes del trabajo llevado a cabo por este organismo de control durante 2013. También se refirió a los fallos que se han producido años atrás, tanto en este como en otros mecanismos de control. «Ello ha devenido en la aparición de prácticas corruptas. En la mente de todos, porque nos duelen más de cerca, está el caso de los ERE o de los cursos de formación», señaló. Acto seguido destacó que corresponde al Gobierno de la Junta, «que lo está haciendo, restaurar la legalidad administrativa del gasto público y adoptar las medidas pertinentes para que semejante descontrol no vuelva a tener lugar».

Entre las decisiones adoptadas por el Consultivo figura su aval a que la Junta de Andalucía pueda recuperar 77,9 millones de euros de ayudas sociolaborales concedidas a empresas por la Consejería de Empleo durante la pasada década, la mayoría de EREs con graves irregularidades y la inclusión de intrusos.

Antes de las intervenciones mencionadas, dos nuevos miembros del Consejo Consultivo tomaron posesión de sus cargos. Se trata de Rafael Escuredo, expresidente de la Junta de Andalucía y abogado, como consejero permanente, así como de Javier Lasarte, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Pablo de Olavide.