La UGR se opone a que el Consistorio abra ahora una calle en el PTS que le costaría dos millones

Según el escrito presentado, al que ha tenido acceso IDEAL, los servicios jurídicos de la Universidad de Granada ven injustificada esta obra que los comerciantes de la avenida de Dílar vienen solicitando al Ayuntamiento de Granada en los últimos años. A juicio de los arquitectos, la supuesta mejora en la comunicación rodada que incorporaría el nuevo vial es «discutible», y en cambio, introduciría una serie de «desmejoras» con la nueva ordenación.

Igualmente, consideran que supondría una «gravísima lesión» al normal desarrollo del Campus universitario, ya que la apertura de la antigua carretera Ogíjares-Granada introduciría un volumen de tráfico «totalmente ajeno al Campus, por lo que presumiblemente terminaría convirtiéndose en una vía demasiado rápida». Entienden que añadiría un plus de «peligrosidad para los peatones, que se agrava en el caso de la guardería, cuyo jardín infantil queda a dos metros de la nueva vía». Además, turbaría la «necesaria tranquilidad y sosiego que debe reinar en el interior de un Campus universitario».

Aumento de tráfico

Del mismo modo, ponen en duda que la modificación pueda favorecer la actividad comercial en la avenida de Dílar, una vía «saturada y con muy pocas posibilidades de encontrar un aparcamiento libre, por lo que difícilmente un aumento de tráfico pueda mejorar las expectativas de ventas».

Al contrario, defiende que la apertura de los edificios universitarios sí garantiza una afluencia de personas que favorecerá la «regeneración del eje comercial demandada por los comerciantes», porque muchas de las personas que acudan al Campus optarán por vivir cerca de él.

Junto a esto, el informe de alegaciones de la Universidad señala que la prolongación del viario le supondría una pérdida de 2.340 metros cuadrados de espacio libre y la compensación planteada «no resuelve en absoluto el problema que se crearía». Es más, la actuación, según los técnicos, conllevaría la demolición de «unas obras que han tenido un considerable coste para la UGR», que cuantifican -con enumeración de los materiales utilizados- en cerca de 400.000 euros.

Por último, entre sus alegaciones destacan que los trabajos de ejecución del nuevo viario «tendrían un impacto negativo en el cotidiano desarrollo de la actividades, tanto en el Campus universitario como en las calles perimetrales, incluido el metro». En este sentido, anticipan que las vías «serán continuamente atravesadas por maquinaria pesada» durante el año que durasen las obras. Asimismo, «afectarían al tráfico rodado y peatonal, fundamentalmente en las rotondas de inicio y final de la nueva calle».

Nada decidido aún

La concejala de Urbanismo, Isabel Nieto, indicó a IDEAL que conoce la presentación de estas alegaciones pero que aún no las ha leído en detalle. Según explicó, el proyecto del viario «es una reclamación de los comerciantes» para la que el Ayuntamiento ha tratado de buscar distintas soluciones. La primera fue soterrar el paso de vehículos, pero desde Confederación Hidrográfica del Sur les advirtieron de otro proyecto que pretende desviar el cauce de un barranco por debajo del Campus, con lo cual, pasar bajo tierra la nueva vía era imposible. Finalmente, se optó por hacerlo en superficie, aunque, de momento, solo se ha aprobado provisionalmente y aun hay tiempo para incluir modificaciones.

Las alegaciones se debatirán en el pleno municipal del próximo mes de noviembre. No obstante, la aprobación definitiva está pendiente también de un informe vinculante del Consejo Consultivo y, por supuesto, del visto bueno de la Junta.