«Lo que más me sorprendió fue que tuviera que tramitar permisos para corridas de toros»

Esta persona, veterana en el mundo de la política, está curtida no solo al frente de una delegación tan compleja y difícil de llevar como es la suya, sino también como responsable de la Administración andaluza mientras su titular se toma unas merecidas vacaciones. Ya lo ha hecho en otras cuatro ocasiones y muy probablemente lo tenga que hacer en años venideros.

«Si he de serle sincera -confiesa entre risas- lo que más me sorprendió la primera vez que tuve que ejercer estas funciones fue que tuviera que tramitar permisos para corridas de toros». Algo por otra parte muy lógico, con toda la provincia metida en fiestas y con una tradición tan arraigada como esta hasta en el último rincón de la misma. También rememora, haciendo gala igualmente de un gran sentido del humor, cómo en una ocasión tuvo que suspender la utilización de fuegos artificiales porque la provincia se encontraba con riesgo máximo de incendios forestales. «A la mañana siguiente me encontré con un titular de un periódico -no desvela si fue este que leen ustedes u otro- que rezaba algo parecido a que la delegada de la Junta prohíbe los cohetes, o algo similar». Lo que son las cosas de los periodistas, delegada.

Trabajo

Bromas aparte, Gámez si puede presumir de algo y nosotros se lo reconocemos es de capacidad de trabajo, de abarcar cada día mil y una obligaciones siendo a la par muy resolutiva. Por ello cuando ha asumido las nuevas tareas de delegada del Gobierno de la Junta en Granada, tan solo le supondrá llenar todavía un poco más ese gran saco de trabajo que está acostumbrada a llevar.

A la hora de relatar las tareas más habituales que debe de acometer, como en años anteriores, destaca todo lo que está relacionado con la seguridad de los ciudadanos en una materia tan sensible como son los incendios forestales, donde los servicios del Infoca y del 112 trabajan en estrecha colaboración. «Es lo que más me preocupa, como también situaciones como la que tuvimos que vivir el pasado año con la tormenta que se cebó con Iznalloz y Deifontes y que se cobró una víctima mortal», señala. No le ha tocado lidiar la tragedia de Cenes de la Vega por tan solo un par de días de diferencia.

A la hora de explicar el día a día que en esas fechas se desarrolla en el edificio de La Normal, reconoce que todos los servicios funcionan, hasta el de la Inspección de Educación: «Pero a la vez todos los que estamos de guardia lo hacemos de un modo más relajado, que se nota hasta en la indumentaria; yo misma me recojo el pelo, visto de manera más informal porque no hay presión de actos institucionales de por medio». Otra nota que diferencia la actividad en agosto del resto del año es lo que Gámez denomina el «contacto directo» con los funcionarios, «que durante el resto del año es casi imposible».

Pues eso, que Gámez ha cogido el timón de la Junta en el remate de este mes de agosto, tras cederle los trastos su compañera Inmaculada Oria. Mucha suerte en su labor. Aunque seguro que no la necesitará.