'Operación desentierro' en la necrópolis descubierta junto a la carretera de La Zubia

Dirigidos por la arqueóloga, tres técnicos emprendían este miércoles la minuciosa tarea de extraer los huesos de sus tumbas. Con herramientas tan variadas como paletas, cepillos y cuchillos rascaban la tierra alrededor y debajo de los restos para despegar con cuidado, una por una, todas las quebradizas piezas de los esqueletos. Una vez extraídos, fueron envueltos en papel de periódico, etiquetados y guardados en cajas de cartón. También se incluye en el material recogido parte de las cubiertas de tejas, típicas de los enterramientos musulmanes del siglo XIII y XIV, época en la que, según los cálculos de la experta, fueron inhumados los cadáveres.

Los cuerpos se encontraban a algo más un metro de profundidad y fueron descubiertos gracias a las prospecciones previas que se hicieron para cumplir la declaración ambiental unificada de las obras. Bajo una gruesa capa de sedimentos que ha ido creciendo a lo largo de los siglos, producto de la tierra añadida por los agricultores y por las inundaciones, comunes en la zona, había una capa artificial de gravilla que cubría el cementerio musulmán y que todavía puede apreciarse en el corte del terreno.

Una madre de 30 años

Uno de los primeros cuerpos en ser desenterrados es el de una mujer, de la que se calcula que tendría unos 30 años y que, a juzgar por la forma del hueso de la pelvis, había sido madre al menos una vez. La mayor parte de los restos descubiertos son de mujeres. Según la responsable de la excavación, es muy probable que el cementerio se prolongue más allá de la superficie que se ha excavado. Sin embargo, no se buscarán más restos, ya que estos trabajos se hacen como parte de las obras de ampliación de la carretera y no de un proyecto arqueológico como tal. De hecho, algunos esqueletos no se extraerán completamente, ya que parte de ellos se encuentra fuera de la zona de trabajo.

Los trabajadores bromeaban mientras excavaban acerca de sus «amigos» los cuerpos, a cuya presencia ya se han acostumbrado.

Los restos humanos serán guardados por la arqueóloga, que los enviará al Instituto de Medicina Legal para determinar con la máxima certeza su género, edad aproximada y fecha de la muerte, incluso otros posibles datos que se puedan desvelar los análisis. Además de un informe preliminar para incluir en la documentación de las obras de la carretera, se llevará a cabo un estudio científico completo que, junto con los restos, que quedarán depositados en el museo, podrá servir para posibles investigaciones académicas sobre la época.

Informe preliminar

El informe preliminar formará parte de la documentación que la Diputación, responsable de la carretera, enviará a la Consejería de Cultura de la Junta, para que esta dé el visto bueno al cubrimiento del yacimiento y se pueda culminar la ampliación de la calzada. En caso de que se tomara otra decisión, las obras podrían verse paralizadas de forma indefinida y la Diputación se arriesga a perder la financiación de la Unión Europea, que aporta 2,5 millones de euros, siempre y cuando el proyecto se finalice antes de que termine el año.

De ahí que la institución provincial avisara a la Junta el pasado lunes para que hiciese los trámites con diligencia. El Gobierno andaluz tiene las competencias en materia de conservación del patrimonio histórico, así que tiene que examinar los informes de las obras, llevadas a cabo por la administración supramunicipal, antes de permitir que continúen. En este sentido, la delegada de Cultura de la Junta, Ana Gámez, respondió el martes urgiendo a la Diputación a que remitiese el informe sobre el yacimiento del cementerio para poder tomar la decisión sobre su futuro lo antes posible.

Tres yacimientos

En total son tres los yacimientos sobre los que se ha trabajado con motivo de las obras en la carretera. El primero que se descubrió, mediante catas de tierra, fue el de Los Nogales, en la margen izquierda de la calzada según se sube a La Zubia, junto al Cortijo de la Marquesa, donde se hallaron restos ya esperados de una almunia, o finca de recreo de la época musulmana, sobre restos de una villa romana.

La segunda parcela, la más extensa en superficie y que se encuentra en el lado derecho de la carretera, muestra restos de una mezquita. Sobre este y el anterior ya se han enviado informes a la Junta. No así sobre el yacimiento de la necrópolis, junto a los restos del templo, pero al otro lado de la carretera, pendiente de los resultados del análisis del Instituto de Medicina Legal. Todos los restos se descubrieron cuando se realizaron las mencionadas prospecciones, necesarias y obligatorias por la necesidad de excavar en los alrededores de la carretera, que se ampliará con un carril más por cada sentido y otro para las bicicletas.

El revuelo causado entre muchos zubienses, que el pasado fin de semana peregrinaron a la zona para ver los restos, provocó algunos desperfectos en el yacimiento. El más grave de ellos es un cráneo, que apareció dañado el pasado lunes. Además, los trabajadores de la obra también encontraron basura. La arqueóloga lamentaba este miércoles estos hechos y comentaba que, aunque había una valla de protección, los curiosos entraron por un hueco que hay más abajo. Incluso llevaron flores para los muertos, inspirados por la creencia de que se trataba de una fosa de muertos durante la Guerra Civil.