La LAC tiene quince días para instalar y probar todas las máquinas de billetes
El servicio se mantiene gratis hasta agosto porque varias paradas aún carecen de expendedora para iniciar la fase de pruebas del sistema de venta
Daniel Olivares
Miércoles, 16 de julio 2014, 15:22
La Línea de Alta Capacidad (LAC) del transporte urbano de Granada, como ya anunció la Concejalía de Movilidad, seguirá siendo gratis hasta agosto. A partir ... de ese mes, todos los usuarios tendrán que pasar por caja. Las máquinas expendedoras de billetes, de las cuales aún faltan por instalar varias en algunas paradas, entrarán en funcionamiento a pruebas en los próximos días. Probablemente, esta misma semana. Es el siguiente paso para la adaptación a un sistema de transporte que ha generado opiniones de distinta índole entre los ciudadanos. A la LAC se le odia y se le quiere, según entorpezca o agilice el desplazamiento de cada cual. Término medio no existe.
Tras dos semanas en marcha, el Ayuntamiento apura reuniones y conversaciones entre técnicos de Movilidad y de la compañía concesionaria del transporte urbano, Rober, para perfilar los detalles que les permitan empezar con las pruebas de las máquinas expendedoras. Según fuentes municipales, será en los próximos días. El principal escollo es ajustar el sistema informático para que se puedan expedir billetes o validar el bonobús sin abonar dinero o sin descontar el viaje de la tarjeta personal. Una vez que el sistema esté programado para ello, se empezarán a probar las máquinas una a una. Antes, la concejalía deberá terminar de instalarlas en todas las paradas, un factor que aunque no lo han reconocido abiertamente desde la plaza delCarmen ha impedido adelantar el período de pruebas y ha obligado a ampliar el plazo de gratuidad hasta agosto.
La edil de Movilidad, Telesfora Ruiz, reconoció ayer que el servicio de la LAC está «todavía en una fase de rodaje». Ruiz recordó que «cambiar el sistema de transporte no es una cosa fácil» y señaló que, una vez en marcha, «vienen los ajustes y muchas cosas que ya corresponden a la explotación del servicio». Se refería, indirectamente, al proceso de pruebas que se abrirá en los próximos días para testar el nuevo modelo de cobro de billetes, función que desaparece de los autobuses en el caso de la LAC y se traslada a las paradas para que el usuario adquiera su boleto o valide su bonobús antes de subirse al transporte en las expendedoras.
Telesfora Ruiz, en cierto modo, volvió a reclamar paciencia a los usuarios, al insistir en que «la empresa [Rober] y los conductores tienen que ir acomodándose y aclimatando esos recorridos nuevos y esas frecuencias nuevas para lograr que funcione todo perfectamente». La mayor dificultad, según se desprende de sus palabras, no ha estado en la propia implantación del nuevo servicio de alta capacidad, sino en la adaptación a los itinerarios de las nuevas líneas en los barrios.
«Por la LAC en sí», aseguró ayer, les llegan «felicitaciones todos los días, porque el objetivo principal que tenía se ha cumplido y a la vista está». Hizo así referencia al eje Constitución-Gran Vía-Acera del Darro y al hecho de que hayan disminuido el tráfico y los niveles de contaminación ambiental y acústicas en esas avenidas. «Tenemos que pensar cómo estaba antes y cómo está ahora. Son cuatro kilómetros de despeje y de masificación de autobuses. Eso se nota en el aire y se nota en el sonido, en que oímos hablar a las personas. Es otra imagen de ciudad. Y, además, es muy rápido. Si se ha perdido un LAC, rápidamente viene el siguiente», puntualizó la concejal de Movilidad.
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