Ángel Gutiérrez, profesor de la Universidad de Granada, acompañó a Jesús Calleja y sus 'novatos' al 'Desafío en Himalaya'

Gutiérrez es profesor de Ejercicio en INEF en la Universidad de Granada y también de Fisiología de la Actividad Física en la Facultad de Medicina. Este especialista en la medicina de la montaña entrena a numerosos atletas en el centro de la Facultad de Medicina, incluso a ganadores de aclamadas maratones mundiales y esquiadores del equipo nacional.

Su experiencia como director del Centro de Alto Rendimiento Deportivo de Sierra Nevada y ocho años como médico de la Selección Española de Ciclismo ayudaron para que la organización del programa lo eligiese para ir al 'Pico sin Nombre' -un seis mil en el Himalaya del Tíbet Indio.

Más de un mes y medio estuvo perdido en el Himalaya con Jesús y un equipo grandísimo de productores, técnicos, especialistas y por supuesto, los concursantes. "La experiencia fue inolvidable", dice Gutiérrez. El recuerdo queda para siempre. Lo que no se ve por la tele de las más de quinientas horas que se grabaron es lo que queda grabado en los corazones de aquellos que fueron.

Ángel cuenta a Ideal.es que iban muy preparados para lo que pudiera ocurrir. Nunca se puede confiar uno en la montaña. La preparación para la aclimatación comenzó en Madrid antes de ir al Himalaya y luego, Gutiérrez se encargaba de controlar que todos subían en condiciones médicas adecuadas.

Algún concursante se tuvo que bajar, como se vio en el programa televisado, pero también se bajaron personal de producción. El mal de altura puede afectar a cualquiera, aunque sea una persona sana, y hubo personal del equipo que aunque se prepararon previamente, a la hora de subir en el Himalaya, no pudieron.

Tras la experiencia de subir al 'Pico', aunque se quedó a 5.800 metros por no tener la equipación para hacer cumbre, Gutiérrez confía en que más personas de las que se creen capaces en realidad lo son. "No fue un pico complicado, al serlo no lo hubieramos podido hacer con los novatos", fue casi como un trekking. Ángel asegura que con un grado de preparación adecuado y con las medidas de seguridad adecuadas, se pueden conseguir alturas sin complicaciones técnicas aunque se sea totalmente sedentario.

Hacer montaña

Con Sierra Nevada tan cerca, Gutiérrez da unos consejos para aquellos que no sean habituales al deporte. Todos quieren tener esa experiencia de 'perdidos' pero la montaña es tracionera, al igual que el mar. Hay que subir preparado, con ropa de abrigo aunque sea verano, con bastante comida y sobre todo agua y hay que subir al ritmo individual que pueda cada uno. Aunque se suba en grupo, hay que subir como un viejo para llegar como un joven, recuerda el médico. El ascenso súbito es uno de las principales motivos para que de el mal de montaña, aunque se esté sólo a 3.000 metros.

También cabe recordar que hay personas más predispuestos a otros a sufrir el mal de montaña. La predisposición a esta patología puede afectar a deportistas y personas sanas al igual que personas sedentarias. Puede que una persona no haga nunga deporte y suba perfectamente -aunque con su trabajo- una montaña de 3.000 metros y puede que otra muy deportiva tenga una predisposición al mal de altura y se tenga que bajar sin hacer cumbre.

Algunos aficionados a la montaña se pueden preguntar si hay algo que ellos puedan hacer para prevenir ese mal de altura. Existen medidores de oxígeno en sangre que son fáciles de utilizar y leer, sin necesidad de ser médico, y lo bastante pequeños para llevar consigo en una excursión.

El conocido 'truco de la aspirina' para paliar los efectos del mal de montaña funciona hasta cierto punto. El médico aconseja que la mezcla hábil de paracetamol, aspirina y cafeína es lo necesario pero hay que saber la función de cada una de las medicinas y cuando aplicarlas. Para paliar el mal de altura hay que bajar, también es muy importante la alimentación y la hidratación.