Los 18.000 trabajadores del espárrago sostienen el empleo en veinte pueblos granadinos hasta junio

En las fincas, los agricultores recolectan el producto, mientras las cooperativas desarrollan a pleno rendimiento en sus instalaciones las labores de manipulado y envasado de producto. Por ejemplo, en Centro Sur, una de las dos grandes cooperativas de espárrago verde de Huétor Tájar, con unos ochenta trabajadores fijos durante el año, se incorporan más de quinientos empleados para labores de manipulado en campaña. Si se le suman las tareas del campo, son más de 2.000 personas trabajando en estos momentos en la cooperativa.

En total, según los datos de Cooperativas Agroalimentarias de Granada, esta campaña del espárrago va a generar 18.000 empleos que serán el sostén del empleo de la mujer rural en una veintena de pueblos del Poniente y la Vega de Granada hasta el próximo mes de junio.

«La mayoría son vecinos de la zona, de unos 30 kilómetros a la redonda y el 95%, mujeres. Estos empleos son los que permiten que se pueda seguir viviendo en los pueblos. Es el único medio de trabajo que tiene la mujer en zonas rurales, lo que les permite juntar las jornadas para poder cobrar después el desempleo», resume el representante del sector del espárrago verde de Cooperativas Agroalimentarias de Granada, Antonio Zamora, a su vez presidente de la cooperativa Centro Sur (Huétor Tájar).

También desde la Unión de Pequeños Agricultores destacan el carácter «social» de este cultivo y su importancia «para garantizar la supervivencia del medio rural». «Es un cultivo de explotación familiar, la superficie media es de dos hectáreas y suele participar de lleno el conjunto de la familia para que salga las cuentas, porque a diferencia del olivar, que está mecanizado, este es totalmente manual, requiere mucha mano de obra tanto en el campo como para la transformación», analiza Nicolás Chica, secretario de UPA.

De ahí la importancia de que se mantenga la rentabilidad de las explotaciones con precios buenos como los que se están obteniendo en esta campaña, que comenzó a principios de marzo y se desarrolla con una caída de producción del 30% con respecto a la del año anterior, según UPA, por los cambios bruscos de temperatura de las últimas semanas. «El menor volumen ha hecho que suba el precio. Las temperaturas en otros países productores, como Italia o Francia, también han sido bajas, y su incorporación mas tardía a la campaña nos ha beneficiado», esgrime Chica. El precio del espárrago, que oscila entre los 2 y 2,25 euros por kilo, es el mejor de los últimos cinco años en esta época.

«Abril y mayo son los picos de producción y baja el precio. Que esté alto ahora porque hay menos kilos es preferible, ya que el coste de recolección está en 50-55 céntimos; es muy alto», continua Chica. Otro factor importante de esta campaña, según el representante del sector espárrago en las cooperativas, es la buena calidad que se está obteniendo. Durante los cuatro meses de la campaña, Granada producirá unas 33.000 toneladas de espárrago verde, de las que el 80% tendrán como destino los países comunitarios, especialmente Alemania, Suiza y Francia. «El consumo nacional está en auge, si bien el pasado año sufrió un notable descenso debido al cierre del canal horeca (hoteles, restaurantes, cafeterías) por la crisis sanitaria», recuerda Zamora.

«La calidad del agua de Granada, las condiciones orográficas de la vega y la profesionalidad de los agricultores unidos en cooperativas permiten obtener un producto muy diferenciado: calidad premium, sabor potente, textura agradable y frescura óptima. Durante todo el año, las cooperativas del sector innovan implementando nuevas variedades, producción ecológica y se inician algunas experiencias de cultivo en invernadero para optimizar el rendimiento de las plantaciones», subraya el también presidente de la cooperativa Centro Sur.

En un contexto de gran competencia de terceros países, Zamora cree que la creación de una Interprofesional del Espárrago Verde que una al conjunto del sector nacional les ayudará a «fortalecer la comercialización de este producto de calidad y a defender su competitividad».

En paralelo, la Federación de cooperativas de Granada sigue animando a los consumidores nacionales y de la provincia a comprar esta hortaliza de temporada por su calidad, sabor y excelentes propiedades nutricionales pero también recordando que con su consumo apoyan la economía de una veintena de pueblos granadinos, donde es la principal fuente de ingresos durante la campaña.