Más de 1.200 multas durante la cuarentena en Granada por conducir a casi 200 o usando el móvil
Pese a la drástica reducción del tráfico por el confinamiento, la Guardia Civil impuso 1.266 sanciones por toda clase de imprudencias entre el 14 de marzo y el 7 de mayo
Carlos Morán
Granada
Domingo, 17 de mayo 2020, 01:45
Uno de los efectos más impresionantes de la declaración del estado de alarma para frenar el avance del coronavirus fue la drástica reducción del tráfico ... rodado. De un día para otro, las calles y las carreteras quedaron prácticamente vacías, un paisaje insólito, postapocalíptico.
La disminución de la movilidad por las autovías que recorren la provincia de Granada llegó al 90% en los momentos más duros de una cuarentena que ya ha comenzado a relajarse. Donde antes todo eran atascos y ruidos, solo había silencio y poco más.
Únicamente, podía transitar una minoría muy minoritaria. Correspondía a la Guardia Civi de Tráfico velar para que solo lo hicieran los que tuvieran autorización. Pero no era su única misión. Como ocurría antes del estallido de la pandemia, también tenían que sancionar a quienes quebrantasen las normas de circulación. El salvoconducto para moverse en un vehículo durante el confinamiento no era sinónimo de impunidad. Había que seguir respetando las señales, los límites, etc. Pero no fue siempre así.
Aunque resulte sorprendente dada la casi total restricción del tráfico rodado y la permanente presencia de controles 'anti-Covid-19' de la Guardia Civil, ha habido personas que se saltaron las normas y, en no pocos casos, con avaricia. Por ejemplo, los radares cazaron en esa fase de clausura a ciudadanos que iban a casi 200 kilómetros por hora por las autovías que atraviesan el territorio granadino: 197 km/h, 187 km/h... y varios que iban a 160 km/h cuando la velocidad estaba limitada a 120.
Uno de estos conductores temerarios incluso cometió un presunto delito al circular a 196 km/h por una vía en la que no podía pasar de cien.
Son números, que siempre son fríos, pero detrás de ellos hay riesgos muy serios para el propio infractor y para terceros.
En términos generales, la Guardia Civil de Granada impuso un total de 1.266 multas por toda clase de imprudencias y desatinos entre el 14 de marzo, que fue cuando el Gobierno instauró el estado de alarma, y el pasado 7 de mayo, según la información facilitada a IDEAL por la Jefatura Provincial de Tráfico. La cifra es ridícula si se compara con las que se registraban antes de que el coronavirus desbaratase la normalidad, pero no desdeñable si se tiene en cuenta que eran muy pocos los que podían circular y la vigilancia era extrema. Aún así, hubo más de un millar de irresponsables que pasaron por encima de las más elementales normas de seguridad de tráfico.
En este sentido, el instituto armado formuló 81 denuncias por exceso de velocidad. Se ve que la tentación de las autovías vacías fue demasiado fuerte para decenas de conductores y pisaron el acelerador a fondo.
Un aviso a navegantes: en todos los controles anti-Covid-19 hay radar.
Más elevado todavía fue el número de personas sancionadas por transitar sin ponerse el cinturón de seguridad, una vulneración de las normas que, aparentemente, parecía ya de otro época y no: hubo 150 multas por este motivo durante el periodo indicado.
La Benemérita también extendió 134 denuncias por ir al volante sin dejar de usar el móvil, que desgraciadamente ya es la 'estrella' de las infracciones de tráfico y la causa de cientos de accidentes.
Y 26 más para castigar a conductores que se habían saltado una señal de stop o un ceda el paso, una maniobra que también está en el origen del numerosos siniestros.
Asimismo, la Guardia Civil interceptó a 22 automovilistas que iban borrachos o drogados (o ambas cosas a la vez) y a otros 75 que no tenían el carné de conducir o estaban inhabilitados para coger un coche. En este apartado de la documentación, el instituto armado impuso 39 sanciones por la ausencia del seguro obligatorio.
La relación de multas incluye además adelantamientos ilegales, fallos en el alumbrado, ir en moto sin el casco, conducción temeraria, paradas o estacionamientos irregulares... Y así hasta 1.266. En circunstancias normales, esa cifra indicaría que Granada sería un ejemplo de civismo prácticamente en todo el mundo. Pero es que había un estado de alarma y la vida estaba detenida..., salvo para los que circulaban a casi 200 km/h.
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