El supuesto hijo de Julio Iglesias: «Estoy luchando contra un gigante»

A su salida de la Ciudad de la Justicia, Sánchez no podía ocultar su frustración por esta nueva demora en la resolución del caso. «Estoy luchando contra un gigante», comentó el demandante, que subrayó que es «realista» y sabe «el tipo de persona» al que se «enfrenta». El valenciano admitió que el proceso se le está haciendo «más largo que un día sin pan», aunque se ve con fuerzas para llegar «hasta el final» porque confía en la Justicia. «Yo voy con la verdad y tengo la conciencia tranquila. Solo me queda esperar», concluyó.

El interés mediático del caso se reflejaba en las docenas de personas apostadas ante los juzgados, varias de las cuales le desearon suerte y le aseguraban que va a «ganar». «¡Vamos, Julio!», le animó uno, al que el protagonista del día corrigió: «Me llamo Javier».

En la sesión de ayer, Falomir planteó que se trata de una cuestión ya juzgada, tal y como ya ocurriera en el juicio que sobre los mismos hechos se iba a desarrollar en Málaga. En aquella ocasión, el juez le dio la razón, en una decisión que posteriormente ratificó la Audiencia provincial. Sin embargo, ahora la defensa de Javier Sánchez cuenta con una novedad: una prueba de ADN obtenida con material genético que un detective privado consiguió de un termo de uno de los hijos de Julio Iglesias, Julio José, y que indicaría que éste y Sánchez serían hermanos.

La invalidación de esta prueba es la segunda de las cuestiones planteadas ayer por Falomir y sobre la que el juez se pronunciará previsiblemente en un plazo de cinco días.

«Julio Iglesias se esconde»

Javier Sánchez fue reconocido en 1992 por un juzgado de Valencia como hijo del cantante. Sin embargo, posteriormente la Audiencia provincial, en una sentencia ratificada por el Supremo, revocó esa declaración al entender que el hecho de que Julio Iglesias no se hubiera sometido a la prueba genética no era motivo suficiente para declarar esa paternidad.

El abogado del demandante, Fernando Osuna, explicó ayer que la cuestión previa que debe dilucidar el juez es «si se puede destruir la cosa juzgada o no», y defendió que en este caso «prevalece averiguar la verdad científica frente a cuestiones formales. El juzgado ha tenido dos años para estudiar si hay cosa juzgada. Es una incongruencia de carácter procesal», denunció. Javier Sánchez, argumentó, «es hijo genéticamente y biológicamente de Julio Iglesias y, por tanto, no tendría sentido que por cuestiones procedimientales se dijera por la Justicia que no». «Sería igual que si un juez dijera que el río Turia no pasa por Valencia».

Osuna defendió la validez de la prueba de ADN, que «entre hermanos puede dar hasta un 97%» de coincidencia y en este caso «da un 96,8». Sánchez y Julio José Iglesias «son del mismo padre, y eso lo dice el laboratorio», zanjó el letrado.

En cuanto a la obtención del material genético, que no pudo conseguirse por los cauces habituales debido a que el cantante «se esconde» y «se niega a hacerse la prueba», señaló que el recipiente del que se extrajo el ADN de Julio José Iglesias fue obtenido en un sitio público –en una playa en la que el hijo del famoso artista practicaba windsurf– y que está grabado cómo miró la botella que se le había caído y decidió «abandonarla». Por ello, Osuna consideró que la obtención de la prueba está «amparada constitucionalmente».