Raquel Revuelta y Ana Rosa Quintana disfrutan en Cádiz de las bodas de sus hijos

Claudia y Vicente han sellado su unión ante más de 300 invitados en la única iglesia de la pequeña localidad gaditana, la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, con una ceremonia cargada de emoción en la que el ilusionado novio incluso se adelantó a la pregunta del sacerdote para dar el 'sí, quiero' a la novia, lo que provocó las risas nerviosas de los contrayentes. Ya convertidos en marido y mujer, sonó la banda sonora de 'Gadiator' y la pareja salió del templo pletórica bajo una lluvia de mariposas blancas.

Los novios estuvieron acompañados por familiares y amigos entre los que se encontraban la empresaria Fiona Ferrer, la diseñadora Pilar Vera, la modelo y empresaria María José Suárez o la también modelo, Eva Pedraza, así como José Víctor Rodríguez Caro y José Luis Medina del Corral, los nombres detrás de Victorio & Lucchino, artífices del vestido de la hija de Raquel Revuelta. Un traje de corte sirena, confeccionado en crep con superposiciones en gasa cristal francesa y tul, según lo ha descrito la revista '¡Hola!'. Además, la joven quiso tener presente a su padre, Miguel Ángel Jiménez, fallecido hace cinco años, portando una medalla de cerámica con su nombre.

También llamó la atención el modelo elegido por la madre de la novia, una original apuesta formada por un conjunto de tres piezas de color naranja azafrán con un maxi pantalón fluido, un body con escote halter y una chaqueta de gasa de seda entallada con un cinturón.

Tras la ceremonia, la pareja se subió a un jeep para dirigirse al lugar del banquete, el Trafalgar Polo Club, donde la fiesta continuó hasta bien entrada la madrugada.

A pocos kilómetros de allí, en El Palmar de Vejer, Álvaro Rojo, hijo de Ana Rosa Quintana se ha casado en segundas nupcias. Un enlace que ha estado rodeado de misterio ya que no han querido desvelar la identidad de la novia, que ha preferido mantenerse en el anonimato a pesar de la popularidad de su suegra.

Muy ilusionada, la periodista ha agradecido la presencia de los medios de comunicación y ha ofrecido unas declaraciones al tiempo que ha pedido que se preservara la imagen de los novios. «Ellos querían hacer una cosa relajada, íntima, un poco distinta y han elegido esto, un poco más hippie», ha explicado. «El sitio es precioso, a ellos les gusta mucho el mar y Cádiz», ha señalado. «Álvaro es súper discreto y lo ha sido toda la vida. Y los pequeños igual», ha apuntado sobre sus hijos, encantada de poder disfrutar de todos. «No se puede estar más feliz», ha terminado.

En el mismo sentido se ha expresado su sobrino, Kike Quintana, primo del novio: «Vamos a estar en familia, la gente que se quiere, familiares, amigos... Todo muy en familia, todo muy íntimo y todo muy... ¡que viva el amor todo el rato! O sea, nada especial, pues lo que es una boda de gente que se quiere y que se va a dar mucho amor». La última incorporación televisiva del clan Quintana ha dedicado unas bonitas palabras a la novia: «Es fantástica. Una prima más». Y ha subrayado el deseo de intimidad de la familia: «Mi familia son todos que cuidan mucho su vida íntima, nosotros también, pero mi tía, sobre todo. Yo, que he dado ahora el salto, nos gusta más esto de delante de las cámaras, pero mi familia son todos muy celosos de su intimidad», ha reconocido.

A falta de una imagen de los novios, entre los invitados, Cristina Tárrega con su marido, José María 'Mami' Quevedo, y Chelo Montesinos han puesto la nota de color.