Kate Middleton conmemora el Día Mundial contra el Cáncer con una fotografía tomada por su hijo Louis

Este gesto cobra un significado especial, ya que hace apenas tres semanas la princesa anunció que su cáncer estaba en remisión tras completar su tratamiento de quimioterapia preventiva. En un comunicado previo, expresó: «Esta experiencia me ha dado una nueva perspectiva sobre todo. He aprendido a valorar las pequeñas cosas de la vida, aquellas que a menudo damos por sentadas».

En este sentido, este período de enfermedad y recuperación ha traído consigo cambios en la forma en que la princesa desea comunicarse con el público. Una de las principales modificaciones ha sido la decisión del palacio de Kensington de dejar de proporcionar información rutinaria sobre su vestimenta en sus apariciones públicas, según ha desvelado The Times.

«Existe una sensación de que [el trabajo público] no se trata de lo que viste la princesa. Quiere que la atención se centre en los temas realmente importantes, las personas y las causas que apoya», recogen en el mencionado diario, que puntualiza que, «por supuesto, entiende que la gente está interesada en su ropa, pero lo que realmente importa es la sustancia de su trabajo«.

Esta decisión marca un cambio significativo en la estrategia de comunicación de la Casa Real británica, dado que los detalles sobre el vestuario de la princesa han sido durante años un elemento de interés para la prensa y el público. Desde su llegada a la familia real, Kate Middleton ha sido considerada un ícono de estilo, con cada una de sus elecciones de moda generando titulares y análisis en medios de todo el mundo. Sin embargo, ella misma ha reconocido en varias ocasiones que su labor va mucho más allá de la moda y que su prioridad es el impacto positivo de sus iniciativas.

Este no es un debate nuevo. En 2022, un amigo cercano a la princesa ya manifestó su descontento por el hecho de que los medios se centraran más en su vestimenta que en su trabajo. La imagen pública de Kate Middleton ha estado durante mucho tiempo vinculada a su estilo, convirtiéndose en una de las royals más influyentes en términos de moda. Sus elecciones de vestuario han generado tendencias y han dado lugar a lo que se conoce como el «efecto Kate Middleton», por el que cualquier prenda que usa puede agotarse en cuestión de horas. Sin embargo, la enfermedad ha cambiado su perspectiva y la ha llevado a replantear cómo quiere dirigir la comunicación sobre su figura.

Recientemente, también ha trascendido que Kate había hecho pequeñas modificaciones en su vestuario para acomodarse a su tratamiento. Unas adaptaciones que han estado enfocadas en disimular el catéter utilizado para la quimioterapia. Por ejemplo, ha optado por vestidos con detalles estratégicos en el hombro derecho, como lazos o drapeados, que habrían permitido ocultarlo de manera discreta.

Unas sutiles modificaciones que siguen la misma línea reservada que la princesa de Gales ha venido marcando desde que le diagnosticaron el cáncer y en el que lo más importante ha sido mantenerse centrada en su recuperación desde la esfera más privada.

Superados los momentos más críticos y anunciada la remisión, se espera que en los próximos meses se incremente gradualmente su agenda pública. De ahí que, a medida que avanza en su recuperación, esté más decidida que nunca a utilizar su posición para generar conciencia sobre el cáncer y otras causas sociales que considera fundamentales. En este sentido, su fundación ha seguido trabajando en proyectos enfocados en la salud mental infantil, el bienestar de las familias y la primera infancia, temas en los que lleva comprometida desde hace años.

En este nuevo capítulo de su vida, Kate Middleton quiere que su papel público se defina no por lo que viste, sino por el impacto que genera, y su nueva postura en la política de comunicación reafirma esta convicción.