Kanye West, entre la provocación y la estrategia del escándalo

«Tengo dominio sobre mi esposa. Esto no es una mierda feminista woke. Ella está con un multimillonario, ¿por qué iba a escuchar a ninguno de ustedes, estúpidos pobres?», escribió en una de sus publicaciones. «La gente dice que el atuendo fue decisión de ella. Sí, no la obligo a hacer nada que no quiera, pero, definitivamente, no habría podido hacerlo sin mi aprobación», añadió.

En su espiral de publicaciones, volvió a expresar su animadversión hacia la comunidad judía, declarándose «nazi» y afirmando que ama a Hitler. «No voy a pedir perdón por mis comentarios sobre los judíos. Puedo decir lo que jodidamente quiera. ¿Dónde está mi puta disculpa por paralizar mis cuentas?», espetó.

No es la primera vez que Kanye West, quien ahora se hace llamar Ye, hace declaraciones antisemitas. En 2022, estos comentarios le costaron la pérdida de su multimillonario contrato con Adidas. Ahora, el escándalo por el desnudo de su esposa le ha supuesto una pérdida de 20 millones de dólares, aunque, a juzgar por sus publicaciones posteriores, parece no afectarle.

Hace años, el productor musical fue diagnosticado con trastorno bipolar, lo que en su momento se consideró una posible explicación para sus comportamientos erráticos. Sin embargo, recientemente anunció que, tras una segunda opinión médica, ha sido diagnosticado con un trastorno del espectro autista, lo que lo llevó a abandonar su medicación.

«Se trata de encontrar cosas que no bloqueen la creatividad. Obviamente, eso es lo que aporto al mundo», concluyó.