De Eurovisión al prime time político: el mensaje de RTVE prendió un debate más allá del festival
La declaración institucional por los derechos humanos que lanzó la cadena pública justo antes de la gala de Eurovisión ha desatado una tormenta mediática que trasciende el certamen
No fue una canción, ni una coreografía rompedora, ni un vestuario excéntrico. El momento más viral de Eurovisión 2025 ocurrió incluso antes de que se ... encendieran las luces del escenario. A las 20:59 del sábado, RTVE sorprendió con un mensaje institucional en defensa de los derechos humanos. Breve, sin nombres propios, pero lo bastante claro como para prender la mecha de un debate nacional.
El verdadero momento viral de Eurovisión 2024 ocurrió antes de lo que tardó el gallo de Manel Navarro en hacerse viral en la gala de Eurovisión de 2017.
El texto, lanzado justo antes de la gala, hablaba de paz, libertad y dignidad. Sin mencionar directamente a Israel ni a la guerra en Gaza, muchos lo interpretaron como una alusión clara al contexto internacional y a la polémica por la participación del país en el festival. Desde ese momento, la conversación dejó de centrarse en las canciones y pasó al terreno de lo político y lo social.
El gesto de RTVE, que algunos han definido como valiente y otros como inoportuno, ha reabierto el eterno debate sobre la neutralidad de los medios públicos y el papel de la televisión en contextos internacionales delicados.
Reacciones para todos los gustos
Desde el sábado por la noche, las reacciones no han parado. El rapero El Chojín, en RNE, fue claro: «Estoy orgulloso del mensaje de RTVE». La presentadora e influencer Inés Hernand, en Hora 25, lo calificó de «agujero de luz» y añadió: «Esto va de dinero, pero si RTVE no gana Eurovisión, al menos gana en integridad».
Daniel Lacalle
En el lado opuesto del debate, el economista Daniel Lacalle criticó el mensaje en la red social X, calificándolo de «sectarismo» y «propaganda». También acusó a la cadena pública de «usar el entretenimiento para transmitir ideología» y lamentó la falta de implicación del público en el televoto español.
La televisión pública madrileña, Telemadrid, publicó un mensaje institucional propio como réplica al de RTVE. En tono más crítico, cuestionó el uso del prime time para lanzar mensajes que «distorsionan el espíritu del festival», acusando a RTVE de «instrumentalizar un evento cultural con fines ideológicos».
Belén Esteban
Belén Esteban, en La familia de la tele, optó por una reflexión directa: «Si se quitó a Rusia por la guerra con Ucrania, también se debería quitar a Israel por la de Gaza».
Alan Barroso
El periodista y divulgador Alan Barroso afirmó en sus redes: «Oponerse a ciertas acciones no es una cuestión de derechas o izquierdas. Es sentido común».
TikTok
En TikTok, las opiniones se multiplicaron. La usuaria @Oveyanejra escribió: «Mientras se celebraba Eurovisión, Israel bombardeaba un centro de refugiados». Mientras que @Francmusso añadía: «RTVE puede leer lo que quiera, pero España sigue vendiendo armas. También es imagen».
Por su parte, la creadora de contenido @lasalseoentiktok reflexionó: «Estoy a favor de posicionarse, pero esto ha podido pasar factura». Se refería al bajo apoyo que recibió Melody, la representante española, en el televoto europeo.
Jorge Ponce
El humor también se coló en el debate. En el programa La Revuelta, Jorge Ponce propuso: «Nuevo formato para este verano: Grand Prix Israel contra Churriana de la Vega».
Lucía Etxebarría
La escritora Lucía Etxebarría fue más allá y señaló lo que no se dijo: «También participó un artista congoleño hablando del exilio. Y un armenio. Pero parece que hay víctimas que importan más que otras».
Juanma Iturriaga
El exjugador de baloncesto y comentarista Juanma Iturriaga añadió: «Cuesta creer que alguien pueda justificar lo que ocurre en Gaza. Pero hacerlo solo por llevar la contraria a un rival político es igual de grave».
¿Es posible separar cultura de política?
Lo que queda claro es que, aunque Eurovisión no se presenta como un evento político, las realidades que atraviesan a Europa terminan colándose por la pantalla. RTVE, con un mensaje de apenas 45 segundos, ha activado una conversación que toca de lleno temas como la diplomacia, el papel de los medios públicos, el activismo simbólico y la gestión de la imagen institucional.
¿Debe una televisión pública posicionarse ante los conflictos internacionales? ¿O es preferible mantenerse neutral, incluso cuando hay una guerra retransmitida en directo?
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