Premio al vaquero fiel

El último premio a su lealtad, una que no parece conocer límites, está a punto de llegarle. Para ello deberá, eso sí, desplazarse mañana hasta el número 1.600 de la Avenida Pensylvania, en Washington, y pisar la alfombra roja que sin duda le extenderán. Allí, su fetiche político –lo era ya en su etapa mitinera como candidato electoral, antes de que ganara los comicios de 2016– le impondrá la Medalla Nacional de las Artes. No se conoce honor más alto en ese país para un artista.

Al 'Cowboy de medianoche', película icónica de los setenta que le consagró por su papel de un vaquero texano de provincias que acaba ganándose la vida en la gran ciudad de Nueva York como gigoló con la complicidad de Dustin Hoffman en la piel de un ratero lisiado, la distinción le cae por su «excepcional capacidad para interpretar personajes profundamente complejos». Y no hay duda de que, igualmente, por los servicios que presta, un día sí y otro también. Sin ir más lejos, el actor y progenitor mal avenido de Angelina Jolie (de quien, entre otras cosas, le separa precisamente su debilidad 'trumpera') está que trina ante el proceso de 'impeachment' abierto contra el político anaranjado. «Es una guerra abierta por la izquierda malvada, radical y destructiva contra el hombre más noble del mundo», ha dicho estos días de viva voz a través de un vídeo que ha colgado en su cuenta personal de Twitter y en el que aparece mirando directamente a la cámara.

No contento con sus soflamas, el exsuegro de Brad Pitt reclama el respaldo del pueblo estadounidense para su amado líder, que «defiende nuestro país y nos ha vuelto a hacer seguros y grandiosos». «... Esperemos que Dios haga prevalecer la verdad de que somos una nación más fuerte gracias a nuestro presidente», remata en la grabación.

El susodicho se relame y los agradecimientos a su fan se suceden desde la pasada primavera, cuando designó a Voight como uno de los nuevos miembros del Consejo Administrativo del Centro John F. Kennedy de las artes escénicas, el organismo que gestiona algunas de las grandes instituciones artísticas de Estados Unidos. Fue una de las 36 personas elegidas 'a dedo' por el magnate para tener una participación en la administración de entidades tales como la Orquesta Sinfónica Nacional, la Ópera Nacional de Washington, el Ballet de Washington o la Sociedad de las Artes Escénicas, durante seis años consecutivos y sin percibir remuneración alguna.

Insatisfecho con esa recompensa, el marido de Melania le recibirá mañana en la Casa Blanca, junto con otras siete personalidades o entidades merecedoras del mismo reconocimiento, para imponer al vaquero fiel la Medalla de las Artes. Ya lo dice el refranero popular, de bien nacido es ser agradecido.