Cuenta atrás para la boda de Tamara Falcó

Sobre Isabel Preysler, Tamara se ha mostrado «feliz de me que acompañe a todo». Entre otras cosas, le ha ayudado a la elección de las mesas, ya que «es una persona con muchísimo criterio y tiene siempre algo que aportar», ha dicho. Igualmente, ha alabado la implicación del novio, que ha sido uno de los encargados de llevar huevos a las clarisas para garantizar un día soleado, aunque tratándose de un 8 de julio, las probabilidades de que haga mal tiempo son muy escasas. En todo caso, cuenta con un equipo de producción de eventos que le recomendó tener un plan B. «Aunque discutimos mucho al respecto, porque yo quería que fuese al aire libre todo, ahora me alegro mucho de haberme rodeado de tan buenos profesionales y de haberles hecho caso».

Entre los detalles que ha desvelado, algunos de los cambios que está haciendo en El Rincón, donde será la celebración después del recibir el sacramento del matrimonio. «Queremos que nuestra boda sea distinta a todas las que ha habido, por lo que estamos cuidando hasta el más mínimo detalle para que así sea», ha explicado. En el salón están haciendo un mural y el cuarto de la novia lo está decorando una de sus más íntimas amigas. A ellos se suman producción, floristas y hasta un coro. Mucho trabajo y dedicación para el que se convertirá en uno de los acontecimientos del año.