Comienza en París el juicio por el millonario robo de joyas a Kim Kardashian

Diez acusados, la mayoría de ellos de edad avanzada y con amplios antecedentes por delitos similares, se sientan en el banquillo del Tribunal Correccional de París. Se enfrentan a cargos que van desde el robo con violencia hasta la pertenencia a una banda criminal organizada. Las penas solicitadas por la Fiscalía podrían alcanzar los 20 años de prisión para los principales implicados.

La madrugada del 3 de octubre de 2016, varios hombres disfrazados de policías irrumpieron en la residencia privada donde Kardashian se alojaba. Armados, maniataron a la celebridad estadounidense, la encerraron en el baño y se hicieron con un botín valorado en más de 9 millones de euros, incluidos su anillo de compromiso, una sortija de diamantes de 20 quilates y varias piezas exclusivas de alta joyería.

En su día solo logró recuperarse un collar que se le cayó a los asaltantes en su huida. De todo el botín, solo se halló un collar en la calle que los atracadores dejaron caer durante su huida. Se cree que el oro fue fundido y los investigadores, que incautaron cientos de miles de euros en casa de los ladrones, piensan que una gran parte de las joyas fue vendida en Bélgica.

La mediática estrella intentó pedir auxilio por teléfono, lo que llevó a que uno de los asaltantes la encañonara. Kim, que se encontraba sola tras la marcha de su equipo de seguridad, describió más tarde la experiencia como «aterradora» y aseguró haber temido por su vida.

«No fue un gran robo a mano armada, sino un trabajo fácil», relató el principal acusado, Aomar Ait Khedache, que fue identificado durante la meticulosa investigación gracias al ADN. El ladrón ha reconocido los hechos e incluso dijo que había maniatado a la empresaria; sin embargo, ha negado en todo momento ser el cabecilla de la trama.

De los doce acusados iniciales, solo diez se sentarán en el banquillo por su avanzada edad. Conocidos como los 'atracadores abuelos', uno de ellos falleció en marzo y el más anciano, de 80 años, enfermo de Alzheimer, no está en condiciones de ser juzgado.

Los jueces deberán determinar la responsabilidad de cada uno de los implicados y su función en el atraco hace nueve años, así como averiguar cómo lograron estar tan bien informados. La investigación apunta a que el hermano del chófer de Kardashian, Gary Madar, fue el responsable de facilitar la información.

Según sus abogados franceses, Kim trata de «pasar página» pero quiere que se haga justicia, por lo que está previsto que se presente a declarar en el juicio el 13 de mayo.

La sesión de apertura se ha desarrollado bajo estrictas medidas de seguridad y se prevé que el proceso se prolongue varias semanas. El caso, que puso en evidencia las lagunas de seguridad en torno a las grandes estrellas internacionales, ha tenido también un impacto duradero en la percepción de la seguridad privada en eventos de alto perfil en Europa.