Famosos que usan injertos en el pelo

La cabellera se renueva y hasta un 15 por ciento de los cabellos están en crecimiento, en ese proceso de renovación constante. Pero en el resto, por razones genéticas, es donde surge la alarma. Porque se pueden ir perdiendo no por esa natural caída sino por progresiva debilidad.

Son pelos que cada vez crecen más pequeños y faltos de fuerza, sobre todo en los laterales superiores y frontales de la cabeza y en la coronilla. Esos son sobre los que los dermatólogos trabajan en hombres.

La solución anticalvicie pasa, también para mujeres, por el uso de una sustancia llamada minoxidil, aplicada en mañanas y noches bien en solución o espuma sobre la cabeza. O, en el caso de los hombres, también por un compuesto llamado finasteride que puede surtir algún efecto adverso, mínimo siempre, que disminuya el deseo sexual.

Los cabellos que por debilidad han dejado de crecer no se pueden recuperar, y ya habría que recurrir a la repoblación por implante si hubiera zonas muy despejadas. O al peluquín.

Todo y más intentan los hombres de la esfera pública para no caer en la calvicie, el gran drama para muchos famosos. En el terreno político, el caso más comentado fue el de José Bono que, tras dejar el Ministerio de Defensa, aprovechó su temporal tiempo de asueto para repoblar su cabellera. Silvio Berlusconi no podía seguir siendo el joven eterno que presume ser sin pelo en la cabeza.

En la televisión, hay casos como el de Andreu Buenafuente que ahora luce flequillo donde antes había un pelo rapado para disimular las entradas, o el de Christian Gálvez, también escritor de libros. Pero, sobre todo, fue implacable, hace ya un lustro, el cambio de Hilario Pino tras su vuelta a la televisión recuperado de una dolencia que lo tuvo un tiempo alejado de las cámaras. En la radio, también se ha comentado el caso de Carlos Herrera.

Iker Casillas y Diego Simeone son dos astros del fútbol que han pasado por tratamientos para no seguir perdiendo densidad en la cabellera. También el cantante Enrique Iglesias, que antes disimulaba con gorra y ahora luce pelazo, al igual que lo solía hacer con sombrero Carlos Falcó, marqués de Griñón y segundo marido de Isabel Preysler, madre del internacional cantante.