El 'príncipe del pueblo' torea la moda
Jeremy Scott es el diseñador de moda más divertido y con menos prejuicios del momento
IDEAL GENTE
Lunes, 12 de octubre 2015, 11:15
Es verdad que cayó en Moschino, una firma nada propensa a la contención y sí a los excesos. La compañía italiana irrumpió en los 80 ... como un elefante en la cacharrería y consiguió lo impensable.Que adineradas clientas se dejaran una pasta gansa en piezas de las que colgaban cucharas y tenedores. Tal cual. Un plato de difícil digestión para mucha gente, pero que caló hasta los tuétanos. Aquella transgresión estética y lenguaje tan provocador se sostuvo a la muerte de su fundador, pero con desigual suerte comercial. El negocio dejó de funcionar, pero, como le pasa a tantas etiquetas, a rey muerto, diseñador puesto.
En un momento en que las grandes firmas, salvo raras excepciones, contemporizan más de la cuenta, Moschino vuelve a las andadas. Lo hace de la mano de un creador al que muchos tildan de príncipe del pueblo. Queda reflejado en el documental The peoples designer, que repasa la vida de este diseñador desde sus inicios en la granja de Kansas donde se crió. Está encantado con el resultado porque quería compartir su historia y que la gente viera que «puedes nacer sin dinero y aún así cumplir tus sueños». El minifilm hace parada y fonda en los clubes más salvajes de Los Ángeles.
Cada vez más gente se rinde al talento de este creador de iconos pop, que en su estreno en Moschino versionó el clásico traje de chaqueta y el bolso 2.55 de Chanel en tonos rojos y amarillos, como los de la cadena de hamburguesas McDonalds. Es íntimo amigo de Katy Perry, Rihanna o Miley Cyrus revela su deseo de anteponer la diversión al lujo. «Mi trabajo conecta con la cultura pop, algo que llega a más gente que la naturaleza elitista de la mayoría de la industria», afirma.
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