«Me siento superorgulloso de mi mujer»

Las confesiones han tenido lugar en la casa sevillana de Osborne y en la finca del diestro, Ambiciones. Jesulín en casa siempre juega mejor y si no que se lo digan a Campanario: al parecer, el torero la conquistó con una invitación al campo y alguna que otra palabra. «El día que yo la conocí tuvimos una conversación, ella venía con otra amiga, la invité al campo y echado así en una barra le dije: 'Muchacha, acuérdate de esta cara que nunca se te va a olvidar'». No iba desencaminado. Aunque el Jesulín de Ubrique de entonces no era como el de ahora. Era más conocido por sus 'faenas' fuera de la plaza. Sin embargo, aquella chica «le había encandilado».

Empezó a dejar atrás los tiempos en los que solo organizaba corridas para mujeres y en los que no daba abasto a recoger la ropa interior que le tiraban al ruedo. Quería sentar la cabeza. «La conocí en un momento de mi vida en el que me hacía faltar tener una mujer a mi lado y fue ella». Aunque no se lo puso fácil. Al año y medio de estar saliendo, él la pidió matrimonio y recibió un sorpresivo no por respuesta. Por supuesto, siguió insistiendo.