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«Llevo una vida de monja»

A sus 66, Gay Mercader ha salido de su dulce retiro en Gerona para reventar estadios con AC/DC. El ‘boss’ de los conciertos lee, come pescado a la plancha, no prueba el alcohol... pero sigue enviando cada año un Vega Sicilia a su amigo Keith Richards. «Es mi mensaje de que estoy vivo»

rosario gonzález

Lunes, 7 de septiembre 2015, 10:22

Para llegar al refugio en Gerona de Gay Mercader no sirve el GPS. El vehículo brinca por caminos de tierra hasta la masía donde reposa ... el hombre que durante cuatro décadas ha sido una referencia mundial en el mundo de la música en directo. Su primer hito en España fue traer a los Rolling Stones. Fue en 1976, en la Monumental de Barcelona, y el batacazo económico fue mayúsculo. Perdió un montón de pasta y los grises casi provocan una tragedia lanzando botes de humo. Pero aquel concierto abrió las puertas a los grupos extranjeros en una España postfranquista que presentaba un panorama cultural desolador. Hoy Gay Mercader (Barcelona, 66 años) vive acompañado de caballos y perros en una preciosa masía, muy cerca de El Celler de Can Roca, el restaurante de los hermanos Roca. Allí le consideran «el cuarto hermano». Una vez a la semana acude a una sesión de acupuntura y aprovecha para pasarse por las cocinas del mejor restaurante del mundo «a saludar». El resto del tiempo lee, habla por teléfono y come pescado blanco a la plancha, verduras, nada de picante y ni gota de alcohol. Una «vida de monja» para quien apuró el trinomio sexo, drogas y rock & roll y vivió para contarlo.

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