La pareja del verano da rienda suelta al amor

Tan acarameladitos como Iker Casillas y Sara Carbonero en sus inicios aparecen Eugenia Martínez de Irujo y José Coronado. Aunque este beso no ha dado ... la vuelta al mundo, lo hará en el panorama nacional. Y es que la combinación es explosiva: ella, hija de la mujer con más títulos nobiliarios de la historia; él, un madurito actor por el que muchas suspiran. Aunque, a priori, no tengan nada que ver, parece que la pareja funciona y va viento a toda vela, disfrutando incluso de su primer viaje juntos a Mallorca, con otros amigos. Ya no se esconden, las señales son más que evidentes. Sus compañeros de vuelo comentan que la duquesa de Montoro no dejaba de sonreírle y que Coronado, como buen galán, la cortejaba. Una estampa que se volvió a repetir el pasado fin de semana en una terraza de moda de Madrid, ubicada en el señorial Palacio de Santa Bárbara, a solo diez minutos del ático que posee Eugenia junto al palacio de Liria. Además de compartir gustos 'delicatessen', hubo gin-tonics, miradas, confidencias y mucha complicidad. Una cita en toda regla, si no fuera porque les acompañaba una amiga, que seguro que ejerció de 'sujetavelas'. Tan bien se lo pasaron los dos, que apenas se percataron del cierre del bar. Tras pagar la cuenta, dieron esquinazo a dos paparazzi y se marcharon abrazados ajenos a miradas indiscretas. A pesar de que Eugenia, tras seis años sin novio, decía no sentirse sola y estar encantada de estar «soltera», su sonrisa la delata. Ahora lo está mucho más.