A Julio Iglesias le duele la espalda, no el corazón
El manager del cantante desmiente a los medios que hablaban de una intervención cardíaca. Le han operado de las lumbares
J. FERNÁNDEZ
Miércoles, 1 de julio 2015, 00:15
La de gustos y disgustos que da el corazón al clan Iglesias-Preysler. Si hace una semanas los hijos de la musa de Porcelanosa cerraban ... filas con la matriarca por su relación con el escritor peruano Mario Vargas Llosa, ahora les toca hacerlo en torno al patriarca. Julio Iglesias, uno de los artistas españoles más internacionales, si no el que más, estuvo ingresado la semana pasada en un hospital de Nueva York. La noticia no trascendió hasta ayer, cuando varios medios latinoamericanos empezaron a hablar de problemas cardíacos. El revuelo fue tal que los portavoces del cantante -en tres meses cumplirá 72 primaveras- tuvieron que salir a la palestra.
Tertulianos del otro lado del 'charco' recordaron algunos antecedentes familiares de la estrella, afincada desde hace décadas en Miami. Su madre, Charo de la Cueva, tuvo que someterse en 1995, con 75 años, a una delicada operación para resolver unos problemas en la arteria coronaria. Y su padre, el ginecólogo Julio Iglesias Puga, falleció años después como consecuencia de una insuficiencia cardíaca. Había cumplido, eso sí, los 90. Pero su hijo lo tiene en perfecto estado de revista. «La semana pasada Julio tuvo una pequeña intervención médica en la parte lumbar de la espalda, como parte de un chequeo rutinario en Nueva York. Pero no tiene ningún problema de corazón», zanjó anoche su sobrino y manager.
Ahora descansa en Miami y ha tenido que cancelar varios conciertos en Europa. «Pero está perfecto y sin ningún problema de salud», insiste el representante.
No es el único Iglesias que acapara estos días titulares. El próximo día 10, Enrique está citado en los juzgados de Miami por 'malentendidos' con su carné de conducir. El hijo pequeño de Iglesias y Preysler, que sigue restableciéndose de la herida en una mano que sufrió en un concierto al intentar coger un dron, fue pillado el pasado mes de mayo en una céntrica autopista de la ciudad conduciendo a una velocidad excesiva. Cuando los agentes le dieron el alto, él intentó pasar al asiento trasero para que no le pidieran la documentación, que tenía caducada. Sin embargo, no consiguió su propósito. Ahora se enfrenta a una sanción de 60 días de cárcel o una multa de unos 450 euros.
Por otro lado, su hermanastra Tamara Falcó lidia como puede con la prensa a cuenta de la relación de su madre con Vargas Llosa. Lo último que ha dicho es que está «contenta» por ver a su progenitora «feliz» y que, además, el escritor le «cae muy bien». Era su autor favorito «cuando era pequeña».
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