Pendientes de los pactos en 60 ayuntamientos de Granada

De acuerdo con el escrutinio local de las elecciones celebradas el pasado domingo, hay un dato que contradice sólo en apariencia las tendencias en el escenario político nacional, de los que uno de los destacados es la fragmentación del electorado. Desde la fractura que supuso el 15-M, el número de fuerzas con aspiraciones de gobierno no ha hecho sino aumentar. A pesar de ello, las municipales demuestran aquí ser un animal distinto al resto de convocatorias electorales. Si en 2015 hubo mayorías absolutas en 92 municipios, en esta ocasión la cifra sube hasta las 115.

Este aumento, aunque puede parecer poco intuitivo, tiene su explicación en la propia fragmentación. Por un lado, a la derecha del centro político han concurrido multitud de opciones políticas, una novedad importante respecto a citas previas. En la izquierda, por su parte, las dificultades en las negociaciones han hecho que Unidas Podemos e Izquierda Unida presentasen incluso listas diferentes en muchos municipios, dividiendo el electorado. Todo ello contando, además, con el papel específico que juegan las candidaturas independientes, que ahora están llamadas a ser claves.

Por partidos, el PSOE obtuvo el domingo mayoría absoluta en 74 municipios; el PP, el 25; Izquierda Unida, en ocho; Ciudadanos en Quéntar, la ciudad de nacimiento del parlamentario Fran Hervías; y otras siete fueron a parar a listas independientes. El resto de partidos se quedaron a cero.

Según los resultados del escrutinio y la tendencia política natural, el PSOE es el que más opciones tiene de desempatar en estos 60 municipios sin mayorías claras. En casi la mitad de ellos –en concreto, 29– el bloque de izquierdas formado por socialistas y Podemos, Izquierda Unida o la coalición Adelante suman más de la mitad de los concejales necesarios para lograr una nueva investidura.

Por su parte, la suma de los concejales de los tres partidos a la derecha del centro sería suficiente para lograr la mayoría absoluta en otros 19 municipios, algo más de tres de cada diez que se encuentran en esta situación, pero diez menos que los socialistas.

El futuro político de los doce municipios que restan –Almuñécar, Cortes de Baza, Cortes y Graena, Güevéjar, Huétor de Santillán, Molvízar, Motril, Ogíjares, Peligros, El Valle,La Zubia y Órgiva– tendrá que dilucidarse caso por caso atendiendo a los requerimientos y necesidades de las candidaturas independientes, que o bien son mayoritarias o su concejal es requerido para alcanzar una mayoría suficiente.

El primer caso se da en municipios con peso específico en el Área Metropolitana, como ocurre en Peligros, donde la formación independiente Ganemos Peligros, a cuya cabeza se encontraba Roberto Carlos García, actual alcalde. Obtuvo nueve concejales, más que la suma de los bloques de izquierda y derecha, con cuatro cada uno. En Cortes de Baza, las candidaturas independientes sumaron siete de los nueve escaños en liza; en Cortes y Graena, cuatro de los siete.

En otros lugares, una representación más reducida les servirá de igual manera para ser pieza clave en el futuro político de los ayuntamientos. Quizá uno de los ejemplos más claros sea el de Huétor de Santillán. Con nueve actas de concejal en juego, los bloques de izquierda y derecha empatan a cuatro ediles cada uno. El 'verso suelto', perteneciente a Agrupación Huétor Independiente, decidirá qué ocurre.