Beiro y Genil dan las llaves de la alcaldía a Marifrán Carazo

Aunque los datos reflejan que el PP y el PSOE se repartieron cuatro a cuatro la primacía en los distritos de la ciudad, el impresionante crecimiento de la candidatura de los populares invalidó la resistencia de los de Paco Cuenca. El escenario resultante del domingo es revelador. Victoria de Marifrán Carazo en Beiro, Centro, Genil y Ronda y abrupto recorte de la diferencia en los otros cuatro barrios de la capital que permanecieron en manos de los del puño y la rosa: Albaicín, Chana, Norte y Zaidín.

Los resultados de Beiro fueron determinantes. Los populares consiguieron allí 9496 sufragios, casi el doble que hace cuatro años. Sin embargo, lo más relevante fue la distancia conseguida respecto a los socialistas, casi 3.000 votos más en un barrio que en 2019 dio su confianza a Paco Cuenca. El socialista, pese a todo, resistió en el distrito. Es más, incluso mejoró ligeramente los resultados al conseguir 6510 apoyos, 230 más. 

Vox, la otra fuerza que sacó representación el domingo, se dejó aquí 327 votos. Aún así, el desfonde de Cs, que perdió más de 3100 sufragios con respecto a 2019, y de Podemos-Av y Granada Unida, que se dejaron entre ambos 500 apoyos, le permitió alzarse como la tercera fuerza del barrio.

Genil también fue clave. Como en el caso de Beiro, los populares subieron fuertemente y lograron 7.340 sufragios, casi el doble que en 2019. La victoria fue tan aplastante en el distrito que los resultados de Marifrán Carazo superaron ampliamente los logrados hace ocho años por José Torres Hurtado, el último candidato popular en ganar allí. La futura alcaldesa consiguió 1.700 apoyos más que entonces.

El distrito, además, fue uno de los tres en los que Paco Cuenca consiguió peores resultados que en 2019. El socialista obtuvo 5.203 votos, 277 menos que hace cuatro años. No obstante, la lectura no es totalmente negativa para el socialista, que siguió el domingo por encima de lo cosechado en 2015. 

También perdió votos Vox, que consiguió 1.237 sufragios, 240 menos que en 2019. Las confluencias se dejaron medio millar de apoyos en el distrito, buena parte de los cuales son achacables a Podemos, que obtuvo apenas 478.

Ronda era uno de los lugares en los que Carazo jugaba en casa y cumplió con lo esperado. El distrito, que permaneció fiel al PP incluso en la histórica victoria de los socialistas de 2019, volvió a dar un amplio respaldo a los populares, que consiguieron 11.891 votos, prácticamente el doble que hace cuatro años.

Sin embargo, fue la diferencia con lo obtenido por el PSOE lo que marcó el devenir de la noche. Los populares obtuvieron 7.246 votos más, siendo Ronda el distrito donde mayor diferencia lograron con respecto a sus rivales. Cuenca casi calcó los resultados de 2019. Esta vez consiguió 4.645 sufragios, apenas 34 más que hace cuatro años.

El dominio de los populares afectó también a Vox, que se dejó en el distrito más de medio millar de votos con respecto a 2019. Esta vez obtuvo 1.783. Aún así, como ocurrió en el resto de barrios, se vio favorecido por el derrumbe de Cs, que perdió 3.400 apoyos, y la división de la izquierda alternativa. Granada Unida se fue a la mitad que hace cuatro años y pasó de 1.313 sufragios a 632. Podemos-Av, por su parte, se quedó en 417.

La digna resistencia de Paco Cuenca se labró en Albaicín, Chana, Norte y Zaidín, donde se alzó como el candidato con más apoyos. En el Albaicín, el socialista logró aguantar el fuerte incremento de Marifrán Carazo, que obtuvo 1.123 apoyos, casi tres veces más que en 2019. El aún alcalde sumó 248 votos más que hace cuatro años y ascendió hasta 1.363.

Vox también ganó respaldo aquí, aunque de manera testimonial. Los albaicineros concedieron 26 votos más a Beatriz Sánchez, que llegó a los 265. Sin embargo, la sorpresa la dejan las confluencias. La suma de ambas habría logrado un resultado mejor que hace cuatro años, pasando de 706 a 829. La separación hizo que el testimonial crecimiento fuera inútil.

Chana, uno de los tradicionales baluartes del PSOE y el barrio natal de Paco Cuenca, también sorprendió. Si bien mantuvo la confianza en los socialistas, estos perdieron apoyos con respecto a 2019 y 2015. La candidatura consiguió 5.124, 374 menos que hace cuatro años y un centenar menos que en las municipales de hace ocho años.

El PP redujo enormemente la distancia. Los de Marifrán Carazo consiguieron 3.597 votos, cerca del doble que en los anteriores comicios. Esto les permitió bajar la diferencia con los socialistas a 1.527 sufragios. Vox prácticamente no cambió y se quedó en 817 sufragios. Las coaliciones de izquierda también cayeron con dureza en el distrito. Granada Unida perdió dos tercios de los apoyos que logró yendo con los morados en 2019. Podemos-Av cayó incluso más, alcanzando apenas 389 votos.

El panorama fue similar en el Zaidín, donde el PSOE logró 7042 votos. Aún así, el distrito redujo el apoyo a Paco Cuenca, que se dejó en este barrio 321 sufragios. Los populares, por su parte, crecieron de manera sustancial. Marifrán Carazo casi duplicó los resultados de hace cuatro años y se quedó a 700 votos de dar la sorpresa.

Vox obtuvo 1.336 votos, 60 menos que en 2019, que le valieron para ser la tercera fuerza. De nuevo se aprovechó de la desaparición de los naranjas, que vieron cómo se esfumaron 2.000 sufragios, y las confluencias, que de sumar sus apoyos habrían obtenido casi 500 menos que entonces.

Norte fue otro de los distritos que marcaron la jornada. Los datos reflejan una fuerte caída de la participación, que superó los 10 puntos. Dos de cada tres vecinos del distrito prefirieron no votar. Esto tuvo un efecto sustancial en los resultados, en los que el PSOE se alzó como la fuerza más respaldada. Paco Cuenca consiguió 2.968 votos y mejoró lo conseguido hace cuatro años. El PP creció también fuertemente en el barrio, al obtener 1.059 apoyos.

Vox logró 87 votos más que en las elecciones municipales anteriores y llegó a 523. La división de las izquierdas afectó a las confluencias. Granada Unida apenas consiguió 226 apoyos y Podemos-Av 129.