El último debate de la campaña obliga a los candidatos a arriesgar para mejorar resultados

Si hace una semana, el debate celebrado en Televisión Española encontró a los candidatos en unas posiciones conservadoras y sin pasar decididamente al ataque, el de este lunes en Canal Sur puede tener un desarrollo diferente. Así lo estiman al menos en los equipos de campaña de los principales candidatos y para ello pueden tener una influencia decisiva las numerosas encuestas que se conocerán este lunes, horas antes del debate, cuando vence el plazo legal para publicar sondeos. Entre ellas se encuentra una encuesta 'flash' del Centro de Investigaciones Sociológicas que actualizará los datos que ofreció en la víspera del inicio de la campaña electoral.

Hasta ahora todos los sondeos dan como seguro ganador al candidato del PP, Juanma Moreno, que avisa hasta enroquecer mitin tras mitin advirtiendo a los suyos de que no deben confiarse. El presidente insistirá este lunes en este sentido, porque a estas alturas en el equipo del presidente temen más al calor que a sus adversarios electorales. Les preocupa que las altas temperaturas el próximo fin de semana llevan a mucha gente a las playas y las alejen de las urnas. Los populares entienden que sólo con una alta participación podrán conseguir su objetivo de una victoria tan determinante que les permita gobernar en solitario. «Hay muchos días para ir a la playa, el verano es muy largo, pero sólo uno para consolidar el cambio en Andalucía», repite Moreno una y otra vez. Por ello, el candidato a la reelección, que estuvo muy conservador en el pasado debate, tendrá muy probablemente un papel más activo en el de este lunes.

En el PSOE saben que les queda poco tiempo para darle la vuelta a las encuestas y parar la fuga de votantes socialistas hacia la derecha. Uno de los argumentos a los que el PSOE se enfrenta, y que parece estar calando, es el que se lanza desde el PP en el sentido de que sólo una victoria contundente de Moreno puede impedir la entrada de Vox en el Gobierno. Además, los socialistas vieron con preocupación en los primeros días de campaña cierta desmovilización de sus estructuras internas, especialmente las municipales. Por ello, la intervención de Espadas en el primer debate estuvo más dirigida a movilizar a sus propias bases y seguramente este lunes sacará la artillería pesada para poner en un mismo plano a Moreno y Olona y presentarse como única alternativa posible a esta eventual alianza.

En Ciudadanos están más que conformes con la actuación de Juan Marín en el debate del lunes pasado. Tanto en las filas naranjas como fuera existe cierto consenso en el sentido de que el vicepresidente de la Junta fue el ganador del primer asalto -en su doble papel de enfentarse a Macarena Olona y de reivindicar su parte alícuota en la gestión del gobierno- y su desafío será mantener el pulso en este segundo y definitivo.

También en Por Andalucía consideran que su candidata, Inmaculada Nieto, salió bien parada del primer debate, donde evitó el enfrentamiento frontal con la aspirante de Vox y prefirió centrar sus intervenciones en la crítica al Gobierno andaluz y en desmentir lo que considera propaganda oficial. Una estrategia diametralmente opuesta a la de Teresa Rodríguez, de Adelante Andalucía, que sí entró una y otra vez en el cuerpo a cuerpo con Olona. Los más probable es que ambas mantengan sus respectivos perfiles.

La candidata de Vox, Macarena Olona, no tuvo el pasado lunes un debate afortunado, hasta el punto de que al día siguiente modificó su agenda para limitarla a encuentros sectoriales. Este lunes puede tener la revancha. Habrá que ver si cambia de registro. El debate dará comienzo a las nueve y media de la noche.