Más que unas elecciones
No será esta vez Andalucía quien abra un ciclo de pactos, porque ya se ha anticipado Castilla y León, pero estas elecciones se han planteado -sobre todo por parte de alguna formación- como un preludio de las próximas generales
Quico Chirino
Granada
Jueves, 2 de junio 2022
El 26 de noviembre de 2018, a falta de una semana para las elecciones, Susana Díaz cambió su estrategia en el segundo debate y preguntó ... a Juanma Moreno y Juan Marín si estaban dispuestos a pactar con Vox para desalojarla de San Telmo. Fue la candidata socialista quien metió en campaña al que, hasta ese momento, era un partido sin representación institucional que organizaba mítines con cánticos de la Legión y que estaba fuera del foco mediático. Muchos en el PSOE piensan todavía que fue el penúltimo error de Susana. El siguiente, no dimitir. Vox entró en el Parlamento con 12 diputados inexpertos y ese 2 de diciembre ya fue tercera fuerza política en provincias como Almería.
Aquellas elecciones abrieron un ciclo político, el de los gobiernos de PP y Ciudadanos con el apoyo desde fuera de la formación de Santiago Abascal; una alianza que después se repetiría en ayuntamientos y comunidades. Populares y liberales estaban prácticamente igualados y se especulaba con el sorpasso. Apenas 90.000 votos de diferencia en aquellas elecciones andaluzas. Dirigentes socialistas históricos miraban a Suresnes.
Pero ese ciclo se agotó pronto. Apenas un año después, en las generales del 10 de noviembre de 2019, Vox se quedó a tan solo 7.293 votos del PP en Andalucía y Ciudadanos perdió la mitad de los votos que había obtenido en los comicios autonómicos. Vox superó al PP, por ejemplo, en Almería, y se quedó a 5.000 papeletas en Granada, mientras que los socialistas se afianzaban en feudos históricos como Jaén.
Juanma Moreno ha retenido el adelanto electoral a la espera de que Ciudadanos se rearmara, hasta que se agotaron los plazos. Ahora o en octubre se enfrentaría a la misma incertidumbre: cuál será el resultado de Vox y los posibles pactos de gobierno. Estas elecciones son distintas a las precedentes y es difícil vislumbrar un desenlace. Nunca el PSOE afrontó una campaña andaluza desde la oposición ni el PP desde San Telmo. Y esto, pese a lo obvio, es muy relevante.
En tres años y medio, el mapa político ha dado varias vueltas y algunos líderes nacionales de aquel momento ni están en la vida pública. No será esta vez Andalucía quien inaugure un ciclo de pactos, porque ya se ha anticipado Castilla y León, pero estas elecciones se han planteado –sobre todo por parte de alguna formación– como un preludio de las próximas generales. Juanma Moreno, que ha manifestado su intención de hacer una campaña propia, ya ha compartido acto con Alberto Núñez Feijóo, aunque ambos harán caravana por separado. Pedro Sánchez y ocho ministros arroparon a Juan Espadas en Dos Hermanas el pasado sábado. Santiago Abascal va en tándem con Macarena Olona. Y hasta Yolanda Díaz apoyará a Por Andalucía aunque haya dicho que no es exactamente lo que busca en su proceso de escucha.
Está claro que lo del 19J son mucho más que unas elecciones. Y que, probablemente, el desenlace no quedará resuelto esa noche.
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