¿Cómo influyen las vistas en el precio de una vivienda?

Del mismo modo, en determinadas ubicaciones, la falta de vistas de interés puede abaratar e incluso convertir en complicada la venta de un inmueble; es el caso de las casas en el litoral a partir de la cuarta o quinta línea de playa.

En relación con la ubicación existen también otros factores que intervienen igualmente en el precio de venta que se puede pedir por un inmueble: la altura, el carácter exterior o interior, la orientación y la iluminación.

Las viviendas en zonas costeras son las que más ven su precio influido por la existencia o no de buenas vistas. Poder levantarse viendo el mar por la ventana o pasar o disfrutar de las vistas de la costa desde la terraza o el jardín es un plus que los compradores valoran enormemente. Tanto es así que los inmuebles en primera línea de playa pueden ver incluso duplicado su precio en comparación con la valoración que tendría el inmueble en otra ubicación.

Las vistas al mar tampoco pueden faltar en las viviendas de lujo en la costa, ya sean áticos con amplias terrazas o viviendas unifamiliares con zonas exteriores.

Lejos ya del mar, existe también una categoría de viviendas de alto standing en las grandes ciudades cuyo precio se ve muy influido por las vistas: las ubicadas en grandes avenidas, con panorámicas sobre algunas de las calles más distinguidas.

Vivir en un inmueble con vistas a algún monumento de gran interés a es también un lujo que se paga. Las viviendas ubicadas junto a edificios históricos, y en las que se puede disfrutar desde casa del espectáculo, tienen también un precio mayor.

En otros casos, las vistas ofrecen panorámicas singulares, no de edificios históricos, pero sí de lugares de enorme atractivo. En cualquier caso, existe una norma que establece que, a mayor altura del inmueble, mejores vistas y precio más caro.

Además de en las vistas, la altura repercute también en la iluminación natural de la vivienda, otro de los factores que influyen en el precio y que además se ha visto revalorizado tras el confinamiento del pasado año.

Lógicamente, para que desde el inmueble se pueda disfrutar de buenas vistas, es necesario que se trate de una vivienda exterior, otra de las características que se han convertido en prioritarias para los compradores en los últimos tiempos. Por el contrario, los inmuebles interiores ven su precio rebajado en comparación con los que no lo son, y su venta puede volverse incluso complicada.

En relación con las vistas y la iluminación se encuentra también la orientación de la casa, que repercute no solo en el precio sino también en el gasto energético que tendrán que asumir los compradores. Una buena orientación proporciona iluminación natural durante buena parte del día y una buena climatización, sin que llegue a acumularse excesivo calor en verano ni pasar frío en invierno.

Disponer de una vivienda con buenas vistas es un aliciente para los compradores que hay que poner en valor y saber rentabilizar. A la hora de poner un precio de venta al inmueble hay que tener en cuenta que la valoración de una vivienda con más altura y mejores vistas, ya sea a la costa o a otro lugar de interés, será mayor que la de otros inmuebles con otras características similares.

Cuando las vistas de un inmueble realmente merecen la pena, esta característica singular debe resaltarse en los anuncios de venta, tanto en la descripción de la vivienda como en las imágenes de la casa.

Por último, cuando se reciba la visita de los posibles compradores interesados, este factor debe advertirse con facilidad. Para ello, habrá que intentar enseñar el inmueble en el momento del día en que las vistas ofrezcan su mejor espectáculo (con luz natural, salvo que la iluminación nocturna sea aún mejor).

Además, es aconsejable descorrer las cortinas y abrir las ventanas o la puerta de la terraza, siempre que sea posible, o bien dejar solo unos visillos traslúcidos que permitan ver el paisaje desde el interior.