¿Gastas mucho en tus suministros? 5 consejos para abaratar tus facturas
Luz, agua, internet y calefacción constituyen parte de los gastos imprescindibles en el hogar pero cambiando ciertas rutinas podemos conseguir reducir el montante de sus facturas a final de mes
pisos.com
Jueves, 8 de octubre 2020, 08:03
El presupuesto familiar suele tener un equilibrio delicado. Vivienda, transportes, educación, ocio, alimentación… Son muchos los capítulos que forman parte de la inversión mensual ... y aunque en ciertos casos pueden resultar prescindibles, hay otros imposibles de evitar. Los suministros forman parte de ese selecto grupo de gastos inherentes al día a día en el hogar.
Encender la luz con la caída del sol, darse una ducha al despertar, poner la calefacción cuando los mercurios anuncian la llegada de una nueva estación… Son acciones habituales que llevan implícito su reflejo en las facturas. Sin embargo, aumentar el uso de electricidad coincidiendo con estaciones con menos horas de sol o tener que incluir el gasto en calefacción en el presupuesto mensual, no tiene por qué suponer un 'descalabro' a final de mes.
Basta con implementar algunos consejos básicos o cambiar ciertas rutinas para abaratar las facturas o, sencillamente, mantenerlas dentro de unos límites razonables que permitan sobrellevar los meses de mayor consumo sin sobresaltos.
Cómo reducir la factura eléctrica
La luz es uno de los suministros que más se presta a mejorar la factura a final de mes. Tener claro si podemos o no optar a algún tipo de bonificación, elegir una tarifa de discriminación horaria o revisar la potencia contratada son gestos que constituyen un buen punto de partida.
Los electrodomésticos eficientes así como un uso apropiado de los mismos también es determinante a la hora de controlar el consumo eléctrico. Por ejemplo, evitar abrir innecesariamente la nevera o colocar correctamente los alimentos en su interior ayuda a evitar esfuerzos energéticos extra. Por otro lado, una de las mejores recomendaciones en este capítulo también pasa por prescindir del llamado modo 'stand by', enemigo acérrimo del ahorro en la factura.
Ahorro de agua
Aunque dependiendo de la zona en la que estemos es posible que el agua no sea uno de los suministros más caros, tampoco está de más apostar por un consumo responsable que, por otro lado, permita abaratar la factura. La recomendación de sustituir el baño por una ducha es todo un clásico pero, más allá de la higiene personal, hay otros muchos aspectos que ayudarán a minimizar el gasto.
La instalación de grifos termostáticos o con regulador de caudal así como de cisternas de doble descarga, por ejemplo, son recursos cada vez más empleados en el hogar. No obstante, también es posible abaratar la factura del agua haciendo un uso eficiente de electrodomésticos tales como la lavadora o el lavavajillas, cargados a su máxima capacidad o evitando prelavados innecesarios.
Abaratar la tarifa telefónica
Teléfono e internet son otro de los capítulos en los que afinar o no con la elección de la tarifa puede traducirse en una notable diferencia en la factura. Si bien es cierto que, en la actualidad, la oferta de compañías y servicios es de lo más variopinta, esa diversidad exige de un minucioso análisis de nuestras necesidades para encontrar la más apropiada.
Dejarse llevar por una publicidad atractiva puede ir en contra de nuestros intereses. Por eso, es mejor centrarse en lo que realmente necesitamos y, a partir de ahí, buscar qué compañía se ajusta más. Si no hablamos mucho por teléfono, por ejemplo, no tiene sentido contratar una tarifa de minutos ilimitados lo mismo que si no somos demasiado de ver la televisión, tampoco necesitaremos contratar un pack que incluya este servicio. En todo caso, las tarifas combinadas (móvil e internet) suelen ser las más atractivas en términos de precios.
Claves para ahorrar en calefacción
La llegada del otoño es sinónimo de bajada de las temperaturas y, aunque en función del territorio en el que nos encontremos es posible que tengamos que empezar antes o después a utilizar los sistemas de calefacción, este es otro de los suministros que afectará al presupuesto mensual.
Un correcto aislamiento es clave para reducir el consumo pero tampoco está de más instalar burletes en puertas y ventanas o poner en práctica algunos trucos que ayudarán a minimizar el gasto. Ventilar a primera hora del día, utilizar alfombras y cortinas oscuras, bajar las persianas al caer el sol o regular el termostato (manteniéndolo a 21º frente a 24º podemos ahorrar hasta un 20% del consumo energético) son solo algunos consejos que pueden ser de lo más útil.
Paga por lo que necesitas
El cambio en las rutinas o la sustitución de nuestros aparatos por otros más eficientes contribuye notablemente a abaratar las facturas. Sin embargo, lo principal es tener claras cuáles son nuestras necesidades para ajustar el consumo de nuestros suministros en consecuencia.
Evitar los 'extras' en el capítulo de las comunicaciones, ajustar la potencia contratada en el caso de la luz, mejorar el confort interior sin tener que recurrir a poner la calefacción… De nosotros depende en buena medida afinar al máximo con las tarifas y, a partir de ahí, apostar por un consumo eficiente que permita una gestión inteligente de nuestro presupuesto en suministros.
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