La OCDE pide a los gobiernos que sigan gastando para salir de la crisis

«Los gobiernos deben seguir prestando apoyo fiscal a la economía», señaló Gurría, que señaló esta fórmula para crear empleo y proteger a los más vulnerables. «Se prevé que la actual crisis sea la peor recesión de los últimos 60 años y muchas economías no regresarán al nivel precsis hasta 2022», advirtió. Por ello, pidió apoyo común porque «ninguna sociedad puede enfrentar esta situación por sí sola».

Así, con el fin de lograr una recuperación «fuerte, resiliente y verde», Gurría ha advertido acerca del «falso dilema» entre salud y economía, señalando que la prioridad es la lucha contra el virus, para lo que ha demandado a los gobiernos una respuesta multilateral más sólida y a la altura de la ambición de los países a nivel individual, incluyendo aspectos como la distribución de una vacuna o la coordinación macroeconómica.

Al encuentro también asistió Ana Botín, presidenta del Banco Santander, quien aseguró que la prioridad del Gobierno en un momento de crisis así debería ser «apoyar la reconversión del mercado laboral y ayudar a las pymes» ante los nuevos retos del cambio climático y la digitalización, además de fortalecer el sistema sanitario. Así, pidió centrar los recursos en estas pequeñas y medianas empresas, mediante recursos específicos para compañías «solventes», una mejor gobernanza y más colaboraciones público-privadas.

En este sentido, señaló que las administraciones públicas deberían mejorar sus infraestructuras y sus modelos organizativos. Además, el nivel de gasto tendrá que ser «revisitado». «El cambio climático nos ha enseñado que los problemas globales necesitan soluciones globales«, destacó Botín, que también pidió llegar a »consensos« políticos y sociales y adoptar soluciones basándose »en datos».

Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, destacó la importancia de que no haya partes de la población que se queden «desconectadas» de la recuperación. En una conversación con el secretario general de la OCDE, la ministra afirmó que de cómo se planifique la recuperación y cómo sea la transformación de la economía, dependerá «la solidez de las democracias».

Su análisis es que la pandemia ha acelerado tendencias que ya existían, como la brecha digital, las desigualdades y el reto de la descarbonización de la economía. También los riesgos para la democracia, que es la «piedra angular» de la economía. A su juicio, hay una obligación de «repensar todas las dimensiones» y eso es lo que el Gobierno hará con el fondo europeo, señaló.