La OCU desvela por qué algunos productos pesan menos de lo que dice la etiqueta
Si alguna vez te has preguntado por qué un producto que compras pesa menos de lo que dice y te has sentido engañado, la OCU explica las razones.
Daniela Londoño
Sábado, 4 de mayo 2024, 10:02
El etiquetado de los productos que compramos en el supermercado contiene información fundamental para su consumo. Calorías, ingredientes, peso, son algunos de los datos de ... mayor relevancia, y que nos permiten, a su vez, hacer control de lo que comemos. Uno de los aspectos que más llama la atención en este sentido es el peso de los productos. ¿Cuántas veces has notado que la bolsa de patatas fritas que has comprado está realmente medio vacía? ¿O qué la lata de sardinas contiene menos gramos que lo que dice su etiqueta? Cuando esto sucede, una de las primeras sensaciones es sentirse estafado. No obstante, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explica por qué sucede esto.
De acuerdo con la OCU, antes de sentirte engañado, es importante que tengas presente que en algunos envases existen pesos mínimos legales. Además, debemos considerar que cuando pesamos un producto en casa es posible que no coincida con el peso del etiquetado por las siguientes razones:
· Las herramientas para pesar que usamos en casa es posible que no estén bien calibradas. Esto contrasta con las que usan en las industrias y tiendas, las cuales, por obligación legal, deben pasar controles de mantenimiento y de exactitud.
· Para que el producto que pesamos arroje un número exacto, debemos usar superficies bien niveladas, apoyarlo bien y no sobresalir.
· Para obtener un peso correcto, debe evitarse vaciar el contenido del producto y luego pesarlo. En su lugar, lo que debe hacerse, tal como se realiza en un laboratorio, es proceder a pesarlo lleno y cerrado.
Por otra parte, si nos vamos a lo permitido por la ley en cuanto al peso de los productos. Encontramos que hay una serie de tolerancias de peso generales permitidas dependiendo del tipo y peso del envase. Por ejemplo, en escalas de peso en gramos, en envases de 10 g, hay un margen de error de 0,9 g. Así como un peso mínimo tolerado de 9,1 g. Por su parte, en un envase de 50 g, este margen se reduce a 4,5 gramos. Lo mismo sucede con producto de 500 gramos, donde el valor de error puede ser de 15 gramos y un peso mínimo tolerado de 485 g. Al respecto, hay que aclarar que dichos valores se establecieron como valores aproximados. Sobre todo, teniendo en cuenta que en ciertos productos es muy complicado mantener un peso exacto.
Finalmente, también es importante tener presente a la hora de evaluar el peso de ciertos productos, condiciones de empaquetado o del producto en sí. Por ejemplo, los filetes de carne o congelados desprenden agua por su mismo proceso de descongelado o composición. De ahí que muchos recipientes agreguen una superficie que se encarga de absorber el líquido. En estos casos, es probable que un filete, luego de pasar por este proceso de eliminación de agua, no pese lo mismo que lo que indica el etiquetado. Lo mismo sucede con los paquetes de patatas, que son empaquetados con una serie de gases específicos en el interior para conservar el producto. Por eso, al abrirlo, vemos que solo es «aire» y no patatas lo que hay. Pero se debe más que todo a una estrategia de conservación.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión