«Soy fontanero y así puedes acabar con la cal en tu vivienda»

Pero, ¿qué hacer para que esto no se convierta en un problema de difícil solución? Porque si hay demasiada cal no solo notaremos una reducción del caudal del agua que salen de los grifos, sino que también se pueden llegar a corroer las tuberías y en los casos más extremos la calidad del agua se ve afectada hasta el punto de que afecta a su sabor, olor y apariencia.

«Muchos municipios de Granada tienen exceso de cal», confirma a IDEAL Pepe Torregrosa, miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Instaladores de Granada. Y esto, a parte de poner en riesgo las tuberías del hogar, los grifos y algunos electrodomésticos, también puede llegar a causar «problemas para la salud» de las personas que usan ese agua.

«Si hay mucha cal puede afectar a la lavadora y al termo, haciendo que sus resistencia se estropeen y dejen de funcionar correctamente», explica. Y no solo eso, también puede afectar a los calentadores de gas, haciendo que su serpentín interior no caliente lo suficiente y que, por tanto, salga poca agua caliente.

«En las zonas de mucha cal hace falta que se hagan más mantenimientos a los electrodomésticos y eso tiene un coste elevado», por ese motivo Torregrosa tiene aconseja recurrir a un descalcificador que impida que el agua sea tan dura. Estos aparatos evitan la acumulación de cal y reducen los efectos negativos del uso de agua dura.

Además de esto, también permiten disfrutar de un importante ahorro de energía, ya que los electrodomésticos necesitan menos energía para ofrecer el mismo rendimiento que dan cuando la proporción de cal es elevada. «Lo mejor en estos casos es instalar un descalcificador. Se puede optar por uno para toda la vivienda en la entrada de suministro al hogar o por aparatos individuales que se colocan en los grifos», finaliza el experto.