Los beneficios para nuestro cuerpo del aceite de oliva virgen extra, según una nutricionista

De acuerdo con Romero, «el aceite de oliva virgen extra contiene grasas monoinsaturadas. Este tipo de grasas, tienen un efecto cardioprotector, es decir, son cardiosaludables». Estas propiedades hacen que el consumo de este tipo de aceite vegetal, genere un conjunto de efectos muy positivos en nuestro cuerpo. Veamos algunos de ellos:

1. Salud cardiovascular: Dentro de los ácidos grasos monoinsaturados, contiene especialmente ácido oleico, que pueden ayudar a reducir el colesterol LDL (colesterol «malo») y aumentar el colesterol HDL (colesterol «bueno»). Esto se traduce en menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

2. Propiedades antiinflamatorias: Los compuestos fenólicos presentes en el aceite de oliva virgen extra tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, lo cual es beneficioso para la salud en general y puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas.

3. Protección contra enfermedades neurodegenerativas: Algunos estudios sugieren que los compuestos presentes en el aceite de oliva virgen extra pueden ayudar a proteger contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, gracias a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

4. Mejora la salud digestiva: Puede ayudar a mejorar la digestión y prevenir problemas digestivos como el estreñimiento, debido a su contenido de ácidos grasos y su capacidad para estimular la producción de bilis en el hígado.

5. Propiedades antioxidantes: Es rico en antioxidantes, como la vitamina E y los compuestos fenólicos, que ayudan a proteger las células del cuerpo contra el daño causado por los radicales libres, lo que puede ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

6. Beneficios para la piel y el cabello: Aplicar aceite de oliva virgen extra en la piel y el cabello puede ayudar a hidratar, suavizar y proteger contra el daño causado por los radicales libres, gracias a sus propiedades antioxidantes y sus ácidos grasos saludables.

En definitiva, se trata de un excelente nutriente, que, en conjunto con la ingesta de porciones adecuadas de frutas, verduras, legumbres, fibra y demás, aporta enormemente a una dieta equilibrada y saludable. Sin embargo, tal como lo advierte Romero, es importante recordar que «que se trata de una grasa, y su aporte energético es elevado». Por lo tanto, lo recomendable es «usarlo, pero tampoco estar haciendo balsas de aceite en cada una de nuestras comidas». Por otra parte, y en cuanto a la mejor forma de consumirlo para conservar sus propiedades y nutrientes, Romero sugiere lo siguiente. «Lo mejor será el consumo en crudo, por ejemplo, en ensaladas, aderezos, salsas, o simplemente rociado sobre pan». Sin embargo, también pueden usarse otras estrategias como añadirlo a la cocción final, en salteados rápidos, en marinados y adobos. O simplemente, cocinando a bajas temperaturas, por ejemplo, horneados o parrillas. Con esta estrategia, el aceite de oliva virgen extra puede mantener mucho más su estabilidad y, por ende, sus nutrientes.