Aviso de la OCU: no tomar ni comprar este producto vendido supermercados
Su alarmante contenido de azúcar y otros ingredientes preocupa a los expertos, que ya lo consideran «el peor alimento»
C. L.
Miércoles, 31 de julio 2024, 12:34
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado recientemente un importante aviso acerca de un producto que podemos encontrar en todos los supermercados. Fiel ... a su objetivo de defender los derechos e intereses de los consumidores, ha llevado a cabo un exhaustivo análisis que ha revelado este alimento como «el peor».
El alarmante contenido de azúcar, así como de otros ingredientes, ha hecho saltar las alarmas entre los expertos, que a raíz de los resultados «tan concluyentes» ha optado por recomendar que el consumo de este producto se reserve solo para ocasiones especiales y se limite al máximo. Se trata, en realidad, la versión industrial de un postre lácteo tradicional que ha demostrado no ser saludable en absoluto: las natillas.
En concreto, se han analizado 33 variedades diferentes disponibles en los supermercados más populares. Según los resultados obtenidos, todas las opciones se caracterizan por tener una alta cantidad de azúcar. Cierto es que las natillas no son el postre más calórico que existe, pero los expertos insisten en que el nivel de azúcar que contienen supera con creces los límites recomendados.
Un envase puede contener más de 22 gramos de azúcar, lo que equivale a tres sobres. Este alto contenido de azúcar se aproxima peligrosamente al límite diario recomendado por la OMS para niños de 7 a 12 años, que es de 25 gramos. Aparte del problema del azúcar, la OCU ha destacado la gran cantidad de aditivos y aromas artificiales, lo que afecta negativamente tanto al sabor como a la calidad.
¿Cuáles son las peores natillas?
Según la OCU, las peores opciones son las natillas de vainilla de Carrefour, las de chocolate de Kaiku y las que tienen galleta Milbona de Lidl. En cualquier caso, los expertos recomiendan evitar el consumo habitual de este producto y sugiere, en cambio, preparar versiones caseras. Esto permite un mayor control sobre los ingredientes y la cantidad de azúcar utilizada.
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