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Un barril de petróleo. Reuters
Arabia Saudí presiona a la OPEP sacando más crudo del mercado por su cuenta

Arabia Saudí presiona a la OPEP sacando más crudo del mercado por su cuenta

El mayor productor mundial de petróleo retirará un millón de barriles diarios a partir de julio (el 10% de su cuota) para elevar el precio del barril

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Domingo, 4 de junio 2023, 22:21

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La ley del más fuerte se impuso este fin de semana en Viena, aunque solo de forma parcial. Arabia Saudí, líder de facto y en cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), no logró convencer a sus socios en su reunión este fin de semana de que el cártel adoptase medidas más severas de ajuste en sus cuotas de producción para elevar el precio del crudo, por lo que optó por una acción unilateral pero que puede terminar afectando a todo el mercado como si fueran fichas de dominó. En concreto, a partir del 1 de julio dejará de extraer un millón de barriles diarios (bpd) del llamado oro negro respecto a su cuota habitual.

En la práctica, esto supone que el Reino reducirá su oferta diaria de diez a nueve millones de barriles de crudo, lo que representa un ajuste del 10% en su cuota de producción y del 1% respecto a la oferta mundial, según estiman los expertos. «Se trata de una piruleta saudí», reconoció este domingo ante los medios su propio ministro de Energía, el príncipe Abdulaziz. «Queríamos ponerle hielo al pastel. Siempre queremos añadir suspense. No queremos que la gente intente predecir lo que hacemos... Este mercado necesita estabilización», añadió.

Para Arabia Saudí, «estabilizar» en este caso equivale a subir los precios del oro negro, al menos por encima del nivel de los 80 dólares por barril para tratar de estabilizar sus finanzas. Pero sus compañeros de viaje, aún compartiendo en buena medida el mensaje, creen que adoptar acciones tan drásticas podría llegar a ser contraproducente e incluso terminar provocando una reducción de la demanda en el mercado. Por ese motivo, los ministros de la OPEP como bloque optaron por extender hasta finales de 2024 -esto es, un año más- el recorte de producción que mantienen vigente desde abril pasado y que ya anticiparon en parte en octubre de 2022.

Moscú secunda al bloque

Rusia también se unirá a esa medida, «prolongando sus recortes voluntarios de 500.000 barriles». Asimismo, los principales productores de petróleo del mundo -los socios del bloque, junto con Rusia, bombean alrededor del 40% del crudo mundial- acordaron el reparto interno de su cuota de bombeo a partir del 1 de enero del año próximo, lo que dejará en 40,46 millones de barriles diarios (mbd) la oferta total del cártel.

En cualquier caso, el objetivo del grupo de los 23 mayores productores de crudo -incluidos en la denominada OPEP+- es impulsar los precios del oro negro. Con ello buscan compensar el riesgo derivado de una posible caída de la demanda en China, que en los últimos meses ha mostrado signos de debilidad económica con indicadores como el de la actividad manufacturera muy por debajo de lo esperado.

No obstante, la factura del petróleo ha demostrado estos meses que las decisiones del cártel petrolero no son suficientes para determinar su precio. Es más, la ley del mercado y el miedo a una caída de la demanda por la desaceleración económica se han impuesto frente a los últimos ajustes de bombeo lanzados por la OPEP+, con el precio del barril de Brent -de referencia en Europa- orbitando en el entorno de los 70 dólares, muy lejos ya de los 100 dólares que anticipaban los analistas hace poco más de medio año.

Por debajo de los 80 dólares

El pasado viernes el barril había recuperado los 76 dólares. Aun así, ese precio implica un 12% menos que el que marcaba a principios de abril, cuando la OPEP anunció su último recorte de producción, en un millón de barriles diarios. Y está todavía más lejos, un 21% menos, que los 96 dólares que rondaba antes de que el pasado octubre se anunciase un recorte aún mayor, de dos millones de barriles diarios. Ese ajuste, el mayor acometido por el cártel desde 2020, sorprendió mucho más al mercado, que había anticipado que el recorte sería de entre uno y 1,5 millones de barriles menos.

Así, las cotizaciones siguen muy lejos de las expectativas de los países productores, cuyas cuentas públicas dependen, y mucho, de la evolución del crudo. Por eso, no es de extrañar que los miembros de la OPEP estén mucho más conformes con los precios del pasado verano, cuando el barril de crudo sobrepasaba con holgura los 100 dólares.

El hecho de que los precios del petróleo hayan dado una tregua al mercado también tiene su parte positiva. En concreto, para los bancos centrales, pues la caída de los precios energéticos rebaja la tensión inflacionista, apoyando la lucha de los organismos monetarios contra la subida de precios. En este sentido, la situación también es más favorable para los consumidores, que ven cómo la caída de precio en los mercados donde se negocia esta materia prima se debería trasladar con más intensidad a variables como los carburantes. Y, por tanto, también a la cesta de la compra.

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