Las bolsas templan los nervios pese a las dudas por el rally bursátil de los gigantes de la IA

El mayor daminificado fue Nvidia, que en los últimos tiempos se había consolidado como el rey de las bolsas por sus avanzados chips y un dominio absoluto del sector. Un rally imparable que había llevado a la compañía a ser la cotizada más valiosa del mundo, arrastrando con ella a otros gigantes del sector como ASML, Microsoft y otras grandes tecnológicas.

El susto del lunes ha puesto fin, o al menos en pausa, al idilio de esta empresa con los inversores, con un golpe que supuso una histórica destrucción de valor de más de 600.000 millones de euros. ¿La gran duda? Si estamos ante una burbuja tecnológica o se trata solo de un toque de atención a EE UU.

«Los grandes modelos lingüísticos de la empresa china DeepSeek se caracterizan por su rendimiento, rentabilidad, un marco tecnológicamente avanzado y escalabilidad, todo lo cual podría tener un gran impacto en el desarrollo de la infraestructura de IA», asegura Manuel Villegas, analista de Activos Digitales de Julius Baer. Sin embargo, «creemos que es demasiado pronto para evaluar si se trata de un verdadero cambio de juego y mantenemos por ahora nuestra opinión constructiva sobre Cloud Compu-ting & AI», matiza.

De momento, los inversores parecen templar los nervios y aprovechan las caídas del lunes para entrar en el mercado. Los títulos de Nvidia -que pese a la fuerte corrección aún suma un 90% en los últimos 12 meses- rebotan un 5% antes de la apertura.

Tras el susto inicial, los análisis empiezan a ser más reposados y el mercado valora que, pese a la amenaza para el dominio de los gigantes estadounidenses, la llegada de DeepSeek puede estimular a estas empresas a abaratar sus productos, además de ser algo beneficioso para la economía. El propio Sam Altman -creador de ChapGPT- ha reconocido a través de su cuenta de Twitter estar impresionado con el modelo R1 de DeepSeek, «especialmente con su precio».

«Obviamente, ofreceremos modelos mucho mejores; es realmente estimulante tener un nuevo competidor», apuntó el directivo que, precisamente, forma parte del proyecto Startgate anunciado a bombo y platillo por Donald Trump para una inversión millonaria que consolide a EE UU como líder de la IA. De hecho, el nuevo inquilino de la Casa Blanca también se ha rendido a la evidencia del éxito de DeepSeek, asegurando que lo ocurrido el lunes supone «una llamada de atención» para las empresas estadounidenses.

En su opinión, el modelo de bajo coste de la compañía china implica «un avance muy positivo» para la IA en general, porque «en lugar de gastar miles de millones y miles de millones, gastarás menos y, con suerte, encontrarás la misma solución».

Los propios protagonistas del mercado han reconocido siempre lo costoso que es dar pasos en el desarrollo de la IA. Por eso, voces expertas como la de Martín Piqueras, profesor de OBS Business School, explica que ahora podría abrirse un escenario en el que exista espacio para diferentes tipos de inteligencias artificiales. «Por un lado, las IA de fuerza y músculo, que necesitarán altísimas capacidades de computación y que quizá incluso en un futuro se apoyen en computación cuántica que requieran menos capacidad de procesamiento»; indica.

Por otro, las IA más frugales, «económicas y sostenibles que puedan resolver bien problemas más pequeños, por ejemplo operando de forma autónoma en un teléfono móvil, o en el ordenador de un coche o en una cámara de vigilancia», apunta el experto.

«Es posible que en el corto plazo inversiones tan grandes como se han hecho en Estados Unidos sean difíciles de sostener, sin embargo, también serán necesarias para ciertos tipos de computación basados en fuerza bruta, como para el descubrimiento de nuevas medicinas o el diseño de nuevas moléculas», añade.