La tienda de Peligros que arrasa con sus directos

El día 1 de diciembre de 2005 comenzó mi aventura». Así empieza la historia de Patricia Blanca García como emprendedora de un pequeño negocio, Al Alba Moda y Complementos. Pequeño, pero con muchas ganas. Tantas que han ido creciendo en oferta y en instalaciones. Por entonces Patricia Blanca trabajaba en comercio en el centro de Granada y le gustaba mucho su trabajo, pero había siempre algo dentro de ella que le animaba a montar su propio establecimiento, así que sin pensar mucho en los contras, «me lancé al mundo del autónomo».

«Comencé con una tienda muy pequeña de complementos que ocupaba una cuarta parte del local que tenemos hoy», recuerda. Su tienda está en Peligros, su pueblo. En el mismo sitio que abrió. «Aquí nací y siempre tuve claro que era aquí donde quería estar y donde quería que estuviera mi negocio», asegura con orgullo. «Poco a poco, mi Al-Alba se iba haciendo más grande, gracias siempre a mis clientas, una familia a la que nosotras llamamos las Al-Alba clientas. Digo nosotras porque pocos años después de empezar mi aventura se unió a ella mi hermana, Laura, que aportó su chispa y su toque único con las redes sociales», explica Patricia.

Laura desde el principio apostó por las nuevas tecnologías; a Patricia le costó más porque antes el comercio era más tradicional y era «fundamental lo que a mí más me gusta, el trato personal». «Y entonces llegó la pandemia, algo tan malo que, sin embargo, a nosotras nos brindó la oportunidad de crecer, y mucho», relata. En aquellos meses tan malos, Laura no se cansó de hacer directos y mostrar cada día nuestros productos por redes sociales, y cuando abrimos la aceptación fue increíble. La gente se volcó con el pequeño comercio y nos apoyó muchísimo, tanto que teníamos que ser más en tienda». Patricia aprovecha el reportaje para agradecer una y otra vez el apoyo de sus clientas.

Primero fueron los complementos y después fueron apostando por nuevos artículos: zapatos, ropa y muchas cosas más.

WhatsApp e Instagram

Patricia aclara también la singularidad de la venta online. «Después de la pandemia, creció aún más la venta online y pusimos en marcha nuestra página web. Ésta tuvo un recorrido muy corto», apunta. ¿Por qué? «Cuando pones el alma y el corazón en tu trabajo, la gente te quiere tanto que quiere ese trato contigo y nuestras clientas nos decían: quiero seguir hablando con vosotras para hacer mi pedido y que me aconsejéis». Así que, adaptándonos siempre a lo que nos pedían, actualmente atendemos por WhatsApp, grupo de WhatsApp o privado de Instagram», concreta. Cuentan con más de 18.000 seguidores en Instagram y más de 19.000 en Facebook. Hacen directos tres días en semana y las clientas seleccionan las prendas que les presentan, con ellas mismas como modelos. «Hacemos envíos a toda la península y los pedidos los gestionamos para que en 24/48 horas se puedan recibir en casa», destaca. Tienen muchas clientas que son muy fieles y que les ven desde Barcelona, Madrid y muchos otros lugares de España. Y, también tienen clientas que les ven desde fuera de España «y nos hacen sus pedidos, que luego sus familiares les mandan, esto es maravilloso». Para las hermanas, este tipo de venta es muy importante. «Pienso que en el mundo en que vivimos de prisas, trabajo, la casa, etcétera, queremos estar a la última sin emplear mucho tiempo en ir de compras. Nosotras trabajamos con todo nuestro empeño para que cómodamente desde casa puedas vernos con tu cafelito en mano y hacer tu pedido y que te llegue a casa; creo que eso es maravilloso», matiza.

Hoy por hoy, la venta online supera con creces la venta en la tienda física de Al-Alba Moda y Complementos, que acaba de reformarse y ampliarse. «También digo que nuestra tienda es muy importante, es nuestra casa, a la que mimamos cada día y en la que nos encanta recibiros, que vengáis, os probéis y recojáis vuestros productos. Y, por qué no, conocernos y en muchas ocasiones darnos un abrazo que tanto llena el corazón», presume.

Cuando empezaron con las ventas online, enviaban unos diez pedidos a la semana, hoy son más de 100. «Para mí esto es muy importante, tenemos un negocio pequeño, pero inmenso en corazón, trabajamos cuatro personas y, creedme, hay días que nos faltan manos. En el mejor de mis sueños, no sería mejor», concluye la empresaria.

• Temas
• Comercio
• Moda
• Instagram
• Peligros